Pese a que en 2021 la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros prometió que el helicóptero “Malinche” dejaría de ser un transporte exclusivo del Ejecutivo estatal para destinarse únicamente a emergencias médicas, cuatro años después la realidad parece muy distinta.

Datos de plataformas de rastreo de vuelos revelan que la aeronave Bell 407 matrícula XC-LKW ha sido utilizada con mayor frecuencia para traslados entre Tlaxcala y la Ciudad de México, e incluso para breves vuelos dentro de la capital del país, que como ambulancia aérea.

Entre julio y septiembre de 2025 se registraron al menos 39 vuelos, la mayoría de carácter no médico, incluyendo recorridos de apenas seis a diez minutos. Ninguno, de acuerdo con fuentes extraoficiales, habría sido para trasladar pacientes en situación de emergencia.

Aunque el helicóptero fue transferido en 2022 a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para su resguardo y operación, esta dependencia no ha transparentado cuántos traslados médicos o misiones de rescate ha realizado desde entonces. Tampoco ha informado sobre el uso del otro helicóptero estatal, el “Tlahuicole”, supuestamente destinado a tareas de patrullaje y seguridad.

La falta de información pública, junto con los registros de vuelos obtenidos, refuerza la percepción de que el “Malinche” opera más como vehículo de uso personal y político, que como herramienta para salvar vidas.

Mientras tanto, los resultados de ambas aeronaves —adquiridas con recursos públicos y mantenidas con dinero del erario— siguen envueltos en un velo de opacidad.