No repitas las tácticas con las que has ganado una victoria, sino deja que tus métodos sean regulados por la infinita variedad de circunstancias.

-Sun Tzu

La llegada del Covid-19 planteó nuevos retos de cara a una elección como la que nos espera en 2021, indudablemente, la celebración de la misma elección se puso en duda derivado del comportamiento del virus que se contagia rápidamente.

Lo anterior, obligó a todos los interesados a idear nuevas estrategias para comunicar, para convencer, y para hacer votar, cada elección es distinta y lo que nos funcionó en ocasiones anteriores difícilmente puede ser útil una vez más.

Llama la atención el comportamiento de los actores que pretenden legitimarse como los únicos que han entendido la situación y que, en función de ello, pueden hacer ganar a un candidato. Hoy en día, la imagen y los mensajes son fundamentales para atraer adeptos, sin embargo, la crisis sanitaria plantea la obligación de orquestar nuevas estrategias para lo que algunos llaman “operar una elección “.

La imagen del candidato y el trabajo de redes sociales son un factor de peso -que no determinante- en el resultado de la elección, de tal suerte que, los asesores, consultorías, y expertos en comunicación política han surgido por todos lados. Y eso me parece interesante, porque reconozco en algunos a personajes creativos e innovadores, y a otros tantos unos vendedores de humo.

Amigo futuro candidato, el reto más grande que plantea la próxima elección no es quién tiene más likes, o a quién le comparten más sus posts, si ya se ha acercado a usted alguno de estos personajes diciendo que ya entendió cómo va a ganar la contienda, huya de ahí. Es cierto, las redes sociales se convirtieron en el canal más utilizado durante la contingencia sanitaria, sin embargo, parafraseando a la gran estratega Gisela Rubach, “los likes no son votos”.

Hoy, las Formas de Acción Política requieren de un esfuerzo sobrehumano, en un principio porque de extenderse la contingencia sanitaria, será todavía más difícil que los posibles electores acudan a las urnas. Los eventos masivos, el toque de puertas, los desayunos, ruedas de prensa y demás actividades tradicionales de las campañas están en duda.

El reto de 2021 es convencer a los electores que acudan a las urnas, utilizando cubrebocas, manteniendo la sana distancia, y dejando de lado la seguridad y tranquilidad que brinda quedarse en casa.

Un reto enorme que, desde mi óptica, requiere más de eso que llaman “operar una elección “ que de likes y reuits.