Los grupos que se disputan la dirigencia del Partido Acción Nacional en Tlaxcala están convirtiendo en un cochinero la elección, y en ver quién se pega más todos los días, y luego se asumen como víctimas.
La soberbia ha inundado las casas de campañas, y hay quienes se dicen ganadores y que no es necesario debatir ideas y propuestas, pues lo que van arriba no tienen que ir con sus adversarios a confrontar ideas. Esto, es lo más inverosímil que he escuchado cuando solo son más de tres mil militantes, y no un universo mayor de población.
En los ambos grupos se sienten estrategas en la compra de votos, ofrecimiento de empleos, y despensas, por lo que se prevé que esta campaña será la más cara en la historia del partido en la entidad, pero lo que no piensan es que cualquiera de las dos mujeres que gane de entre Minerva Hernández Ramos y Miriam Martínez heredará los restos de un PAN dividido.
Explico, la que se imponga tendrá un instituto disminuido por la arrogancia de quienes se disputan el control y por generar rencores que serán difíciles de sanar.
La mayoría de quienes se han dedicado a una guerra de denostaciones y lodo son simpatizantes del actual dirigente naci0nal Marko Cortés, quien les pidió ponerse de acuerdo y fortalecer al albiazul en el estado, pero quienes eran amigos en antaño, hoy se ven con rencor y cegados por el afán del triunfo, pero sobre todo con la máxima de quien gana, gana todo, y el que pierde, pierde todo.
Los rencores entre los equipos hará dificil que cada una acepte una eventual derrota, y tras el resultado cierren filas para fortalecer a un partido que irá a una elección en dos años siendo una incógnita.
Todos los días lo que se ve en difusión es que son víctimas de campañas de desprestigio, y la propuesta de cómo generar cuadros fortalecidos y competitivos está ausente, pues han priviligiado los memes y videos editados,con tal de afectarse.
El único discurso coherente que he escuchado ha sido el del alcalde de Apizaco, Pablo Badillo , quien abiertamente manifestó su simpatía por el proyecto de Miriam Martínez, del cual se dijo convencido de que es la mejor propuesta, pero dejó abierta la posibilidad de que si ganaba Minerva Hernández trabajaría de la mano con ella, o quien resulte.
Pablo Badillo está en una posición que lo puede llevar a convertirse en una figura del panismo y aglutinar al grupo Apizaco por ser conciliador, pero hay alcaldes como el de Apetatitlán Ángelo Gutiérrez, esposo de la candidata Miriam Sánchez que es ave de tempestades, lo cual lo llevó a perder ante el actual dirigente José Gilberto Temoltzin Martínez, pese a que tenía una alianza importante, pero solo le alcanzó para 800 votos.
Hoy, puede ser el referente para llevar a su esposa a la dirigencia del PAN, pero también el arma para que no llegue, por ser un hombre que se crea enemigos gratuitos. Nadie le puede negar que es hábil para operar, pues eso lo hizo presidente, pero también en generar conflictos. Su pasado, puede ser su presente, y desembocar en su futuro.
Alguien debería decirle a su cónyuge que los discursos deben ser cuidados, pues en su inicio se lanzó contra los puestos de representación proporcional, o sea los «pluris», pero se le olvidó que él llegó a ser diputado local por esa vía, y en su equipo hay varios que fueron «pluris»
Otro panista que tiene futuro es el ex alcalde de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, convertido en su momento en el ícono azul, quien pese a su derrota en la diputación federal, el el que puede aglutinar a su partido.
Miriam Martínez aprenderá mucho de esta campaña, y llevada bien podría ser una de esas nuevas figuras que requiera el panismo, pero tendrá que aprender de una derrota o una victoria.
Del otro lado, hay cuadros valiosos como la propia Minerva Hernández, quien dice se juega su última carta, pero gane o pierda seguirá siendo un cuadro importante por sus conocimientos y experta en finanzas, pues nadie le compite, aunque no conozca a fondo algunos estatutos.
El 20 de diciembre, gane quien gane, la primera presidenta azul deberá iniciar el verdadero trabajo por el partido, la urgente reconstrucción del PAN, y darse la mano sin reservas, o la desbandada estará latente.
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La caminera…La rebelión en la Granja azul…Pasó en otro país, no en México, ni en Tlaxcala.
Un grupo de militantes denominados Mirenos de una granja expulsa a otros de sus hermanos del partido azul considerados los tiranos pluris, y crean un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal.
Los mirenos , alentados un día por el viejo alcalde, aspirante a senador, llevan a cabo una revolución en la que consiguen expulsar a los pluris y crear sus propias candidaturas.
Al principio, la granja azul se vuelve próspera y todo es amor, pero los mirenos, entre ellos los dos principales, empiezan a tener discrepancias que acaban cuando uno de ellos, el hombre lanza a los perros contra ella, y ésta huye del territorio conquistado.
A partir de ese momento, el dueño de los perros se erige como único candidato e instala una dictadura, además que modifican todos sus mandamientos.
Al final, el aspirante a senador consagra su dictadura, y todos preguntan al viejo sabio Benjamín, sobre cuál es el único mandamiento que queda escrito.
Todos los políticos son iguales, pero algunos políticos son más iguales que otros.
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Ahora si, la última y nos vamos…El protagonismo…La petición de la comparecencia del secretario de gobierno, Sergio González para explicar cómo se contratan a los servidores públicos es un intento estéril de algunos diputados por legitimarse, al tiempo que se observa cómo utilizarán todos sus recursos con tal de garantizar el fondo moches, el que ha sido repudiado por ser la mina de oro para los vivillos.
Pocas cosas buenas se pueden decir de los trabajos de unos representantes populares de la actual Legislatura. Tan es así, que han optado por erigirse como ministerio público, jueces, fiscales y hasta testigos.
¿Qué se puede esperar de quienes hicieron el derribo de muros su más grande logro, y del fondo Moches su mina de oro? Al tiempo.