Hay  crímenes violentos con sello de ejecución que ponen en duda la narrativa de seguridad de todos los niveles de gobierno en Tlaxcala y que hace imposible no hacer preguntas.

¿Quién falla?

A veces quisiera no hablar del tema,   y escribir que efectivamente nos sentimos bien  en donde vivimos, pero los hechos violentos producen miedo en una sociedad que se siente desprotegida.

El discurso oficial del gobierno del Estado es que Tlaxcala es el estado más seguro del país, y puede ser que los números eso reflejen , pero la realidad es que hacen falta respuestas contundentes del aparato de justicia, sobre todo de la Procuraduría General de Justicia, y de los alcaldes negligentes con sus cuerpos policiacos, que quitan cuando se les hincha la gana.

La  percepción de inseguridad se genera cuando aprecias escenas de hombres armados a plena luz del día, ciudadanos corriendo para evitar ser alcanzados por una bala, camionetas impactadas por ráfagas de balas  por comandos armados, y hombres colgados de un puente por supuestos suicidios.

Es increíble que haya ayuntamientos desarmados por no cumplir con la licencia de armamento, y policías que  tendrían que utilizar resorteras para enfrentar a delincuentes que se dan el lujo de portar armas poderosas que les permite en cuestión de segundos lanzar decenas de balas a sus víctimas, pero lo más curioso es que los alcaldes no sean reconvenidos, o al menos exhibidos por su negligencia para armar sus cuerpos policiacos.

¿Para qué carajos querían ser presidentes municipales, si son ineptos?

Conforme a información revelada por  el Secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, en su momento, al menos 31 municipios de la entidad no cuentan con elementos certificados, lo que les impide brindar una adecuada atención ciudadanía, pero no dice nombres de los ediles negligentes.

Algo es cierto,  la seguridad no le compete únicamente al gobierno estatal y federal.

¿Qué están haciendo los presidentes, los partidos y demás actores para atender este problema?

LAS HISTORIAS DE IMPUNIDAD. 

La tarde de este martes seis de julio del 2022,  por causas que aun se desconocen, el presidente  de la comunidad de San Marcos Jilotepec, municipio de Ixtacuixtla fue ejecutado luego de recibir diversos impactos de bala por sujetos no identificados. Su esposa e hijo que lo acompañaban salieron ilesos del atentado.
 Identificado como José Ismael H, el servidor público municipal viajaba a  bordo de la patrulla asignada a la comunidad, cuando fue sorprendido y recibió al menos cuatro balazos.
Los homicidas huyeron con rumbo desconocido, y a bordo de la unidad oficial quedó tendido el  funcionario, quien pese a recibir apoyo de paramédicos, ya nada pudieron hacer por él. Los policías bien gracias.
El alcalde de extracción morenista de Ixtacuixtla,  Rolando Pérez Saavedra perdió el habla, y por su parte la PGJE emitió su boletín escueto  de que investiga los hechos.
******
La caminera...La foto que aun no se olvida de la mente de los vecinos del municipio de Tlaxco, gobernado por el alcalde perredista y aplaudidor de los actos políticos de la 4T, Armando López, es la de la camioneta del entonces Director de Obras Públicas con al menos nueve impactos de bala, quien  enfrente de su domicilio fue ultimado, aun sin respuesta. 
O la respuesta ingenua, o podría recibir otro calificativo, como la del alcalde de Xaloztoc, Rafael Coca Vázquez cuando le cuestionaron su falta de estrategia para combatir a los delincuentes, y solo atinó a decir, que el también había sido víctima de hampones.

*****

Ahora si, la última y nos vamos...La madeja en el COBAT. La Función Pública, detectó una presunta aviadora en el despacho  y sigue cobrando.

El jefe de relaciones públicas del COBAT, no tiene título profesional y para estar en un subsistema de esta índole, se le solicita un documento que avale sus estudios, con el fin de no tener problemas en una auditoría.

El 30 de junio se culmina el contrato laboral de todos los trabajadores de confianza y existe una tensión enorme de manera interna. ¿Qué pasará?