Dirán misa en Tlaxcala, pero la jornada violenta del pasado fin de semana cimbró el discurso gubernamental del estado más seguro, o entre los tres del país.

De que sirve realizar mesas diarias de seguridad y que de ahí todos salgan a presumir cifras de que los delitos han ido a la baja en el estado, cuando la percepción ciudadana es que estamos de la chingada.

Los primeros que han fracasado en el combate a la delincuencia son los gobiernos municipales, pues ni siquiera sus policías como primeros respondientes fueron capaces de detener a los hampones que atacaron a balazos y mataron con total impunidad a sus víctimas.

En Calpulalpan, gobernado por el Partido Alianza Ciudadana con el alcalde Edgar Peña Nájera, sujetos armados balearon una camioneta, asesinando a un hombre e hiriendo a una mujer  en la Colonia El Mirador. Fue en la calle 1 Norte, cerca de la glorieta donde policías municipales se percataron de que se habían escuchado detonaciones por arma de fuego, por lo que al acercarse a la zona lograron observar varios hombres armados dentro de una camioneta blanca tipo Pick up, a los cuales no pudieron hacerles frente ya que los rebasaban en número.

Sin embargo, en la calle referida y dentro de una camioneta de la marca MG de color blanco, encontraron a un joven de 25 años identificado como Gustavo N., gravemente herido quien, para cuando arribaron los paramédicos, de esa zona y de Benito Juárez confirmaron que carecía de signos de vida. Asimismo, una mujer y madre del occiso, de nombre Adriana N., fue herida en su brazo. (No hubo detenidos).

Nativitas, presidido por Carlos García Sampedro del Partido del Trabajo (PT), no se salvó, pues la tarde del pasado viernes, una mujer de unos 40 años de edad, fue ultimada a balazos en la comunidad de San Miguel del Milagro, Natívitas, presuntamente por dos sujetos que la abordaron al momento que caminaba sobre la calzada San Miguel, esquina con Cacaxtla, cuando uno de ellos desenfundó un arma de fuego y la detonó en al menos seis ocasiones, para luego darse a la fuga con rumbo desconocido.

En Chiautempan, administrado por el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el presidente municipal Gustavo Jiménez Romero se vivió lo más convulso, con dos ataques armados, uno en la mañana y el otro por la noche. Dos muertos y ningún capturado.

Un hombre fue privado de la vida tras ser baleado por sujetos desconocidos en el interior de un automóvil Hyundai sobre la avenida Juárez de la colonia Reforma, Chiautempan. El cuerpo de la víctima de mediana edad corresponde a un empresario originario de Cuautlancingo, Puebla, a quien según venían siguiendo desde el estado vecino. Por la noche, en una taquería ubicada en la calle Ignacio Picazo sur, frente a la Unidad Habitacional Panzacola de Chiautempan, el propietario del establecimiento de nombre Leo N., perdió la vida por agresiones con arma de fuego y su esposa resultó con impacto de bala.

En plena capital del estado, donde gobierna Morena tanto a nivel municipal y estatal, con Jorge Corichi y Lorena Cuellar, por la noche el cuerpo sin vida de un hombre de aproximadamente 42 años de edad fue abandonado al exterior de un hospital particular en la capital del estado ubicado sobre el bulevar Revolución, el cual fue llevado por dos masculinos que solicitaron ayuda para atender al sujeto, para luego huir del lugar y abandonaron el cuerpo que presentaba una herida a la altura del abdomen del cual sangraba de manera abundante. (Tampoco hubo detenidos).

Y los alcaldes bien gracias, durmiendo en sus casas.

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La caminera...¿Y quién más aparte de los alcaldes apá? El gobierno de Lorena Cuéllar de la cuarta transformación es otro que sufre los estragos de la desconfianza, y la mandataria tendrá que jalarle las orejas a su Secretario de Gobierno Sergio González Hernández, quien como segundo a bordo es señalado como el principal responsable, luego que no ha sido capaz de tomar el control y diseñar una estrategia de seguridad pública y comunicativa con los ayuntamientos.

Vea usted lo que va a pasar cuando el funcionario que parece le ha quedado grande el cargo de titular de la SEGOB, enfrentará a la prensa y mantendrá su discurso de que son hechos aislados y que la delincuencia organizada no existe en la entidad.  Algo tendrá que hacer Sergio González.

El otro funcionario cuestionado es el Secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya Gamboa, quien se tomó  meses para diseñar un plan estratégico y le vendió a los tlaxcaltecas en su presentación las estrategias de seguridad y el rumbo que seguiría  la dependencia a su cargo para garantizar la «paz» en la entidad.

“Tlaxcala, al tener una de las incidencias delictivas más bajas del país, nos permite aplicar el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica, porque no tenemos una situación como ocurre en otros estados donde tienen una emergencia en el día a día”, expuso.

Agregó que el rubro de combate a la delincuencia está basado en siete ejes de operaciones que incluirá al Centro de Mando, unidades de inteligencia, despliegue territorial basado en la inteligencia, corredores seguros, atención integral de los delitos, prevención del delito y reinserción social.

Pues llegó marzo y es más noticia que el señor Celaya ande disfrutando las paellas en una universidad privada, mientras en Nativitas mataban de seis disparos a una mujer y horas después un comando armado atacó y asesinó a un masculino, y otros dos más sufrieron lo mismo en Chiautempan.

Es más, el mismo Celaya expresó con sus propias palabras «Que siempre es importante, en cualquier estrategia de seguridad y de procuración de justicia, escuchar a los ciudadanos porque ahí es donde está el pulso, donde se ve lo que se necesita y las autoridades tenemos la obligación de ser empáticos, abiertos y fomentar la unión ciudadana. Si las personas perciben a sus autoridades lejos, en un pedestal o no tienen este acercamiento, obviamente ninguna estrategia va a funcionar”. Pues bien ahora es importante preguntarles qué piensan. ¿O no señor Celaya?

Por lo pronto, las voces de quienes exigen su renuncia van creciendo.

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Ahora sí, la última y nos vamos...Todo es Marketing…Dos mujeres se quitan la ropa y posan desnudas a unos metros del destacamento de la Guardia Nacional. El objetivo, llamar la atención como parte de una estrategia publicitaria al parecer de un antro nocturno situado en Apetatitlán. A nadie debería espantar que las susodichas quieran mostrar sus encantos, pero es evidente que en un estado etiquetado por la trata estas acciones manden un mensaje equivocado.

¿Y las autoridades municipales, estatales y federales por qué no actúan?

El empresario puede hacer lo que se plazca, entonces?