Parece que falta mucho tiempo para el 2027, pero lo cierto es que la elección del 2024 definirá a los tiradores para la sucesión de la gubernatura por Tlaxcala.

No creo que Lorena Cuéllar resista la tentación de dejar un o una sucesora, y seguramente tratará de influir en quien arribe a la titularidad del Poder Ejecutivo Local. Ya sea por cuidarse las espaldas o por la pretensión de gobernar más allá de su mandato.

Ya lo han intentado algunos gobernadores y no lo han podido lograr, pues siempre se atraviesa un presidente o cualquier circunstancia que no puede controlar.

Solo pongo algunos ejemplos para el contexto, y ahi está la poderosa Beatriz Paredes Rangel, quien intentó influir para que fuera su delfín el extinto Álvaro Salazar Lozano, pero el gallo de Carlos Salinas de Gortari era el hoy morenista José Antonio Álvarez Lima. Inclusive la tlaxcalteca fue enviada de embajadora, y eso le permitió a Álvarez Lima acceder al poder sin mayor problema.

Héctor Ortiz Ortiz siempre tuvo la intención de ayudar a Julián Velázquez Llorente para que fuera su sucesor, pero la decisión presidencial de Felipe Calderón fue en favor de Adriana Dávila, y la historia todos la saben.

No hay que ir más lejos, en 2004 Alfonso Sánchez Anaya pretendió dejar a su esposa María del Carmen Ramírez, sin embargo, el rechazo de los tlaxcaltecas la mandó a tercer lugar en la contienda.

Mariano González Zarur tampoco fue ajeno a la seducción, y logró hacer ganar a su amigo Marco Antonio Mena Rodríguez, empero, el matrimonio acabó en divorcio y con el odio a flor de piel.

La gubernatura del Estado es una posición que genera expectativas y tensiones en la sociedad tlaxcalteca, y la propia clase política.

Está marcada por dinámicas políticas, sociales y culturales propias de la región. En este sentido, es importante considerar el papel de los partidos políticos, las alianzas y coaliciones que se forman, así como los intereses de los diferentes grupos y sectores de la sociedad.

No obstante, en los últimos procesos electorales ha habido un aumento en la pluralidad política, con la emergencia de nuevas fuerzas y la participación de diversos actores en la contienda electoral. Esto ha generado un ambiente de competencia más dinámico y ha abierto la posibilidad de que se produzcan cambios significativos en la sucesión gubernamental.

Ya gobernó Tlaxcala el PRD y el PAN en las dos primeras alternancias entre 1998 y 2010, luego regresó el PRI por dos periodos, hasta que arribó Morena en la persona de Lorena Cuéllar.

Sin embargo, no todo ha sido fácil para la morenista, pues le ha costado comunicar de forma eficaz el cambio que pregonó a su llegada, y aunque se ufanó en gritar a los cuatro vientos que habría «Un antes y un después» a su llegada a la gubernatura, lo cierto es que una parte de la población considera que no ha habido grandes cambios.

Inclusive, para que la cuña apriete, fue la propia Ana Lilia Rivera la que reveló que el estado es gobernado con las siglas de Morena, pero con la misma oligarquía, en clara alusión al viejo pasado de la mandataria, y que la forma de gobierno en la cual el poder político es ejercido por un grupo minoritario, y no por el pueblo, como lo pregona la narrativa de la 4T.

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La CAMINERA…La sucesión local…Tras las definiciones de Morena para el Senado por Tlaxcala, es el tema del día, en donde se mueve el escenario de quien puede ser el próximo gobernador y todos quieren ser parte del juego.

La designación de Ana Lilia Rivera para que repita como senadora, manda el mensaje de que le ganó la primera batalla al grupo del Lorenismo, quien no pudo colocar a sus incondicionales, que la presidenta de la mesa directiva del Senado ya se metió de lleno a la elección del 2027, y no habrá quien la pueda bajar de sus aspiraciones.

Otra mujer que tiene fuerza, pese a que no se haya logrado colocar como aspirante al senado, es la diputada federal Dulce Silva, quien también la veremos de lleno para el 2027 disputando la nominación al ejecutivo local.

De entrada, Lorena Cuéllar tendrá enfrente dos adversarias de peso, y con un gabinete donde nadie ha crecido y se ha podido mover en la burbuja nacional como Dulce y Ana Lilia.

Su equipo buscará ganar el Senado con Sergio González con las siglas del PVEM, y que Alfonso Sánchez García se imponga en la alcaldía capitalina. De los Ponchos y los Checos puede surgir su gallo.

Otro escenario que se no ha analizado, es que Luis Vargas sea candidato a diputado federal por el distrito 01 y, si gana, desde ahi puede crecer para ser quien de la cara por el Lorenismo, aunado a que se puede meter a la toma de decisiones federales.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…¿Y la oposición APÁ? En los grupos del PAN-PRD y PRI también se cuecen habas y las patadas por debajo de la mesa están a la orden del día. No crea que son tan buenos amigos.

Anabell Ávalos está apostando todo para ser senadora y desde ahí construir su candidatura otra vez al Gobierno del Estado. Trae a la ex gobernadora Beatriz Paredes como su principal aliada. Sabe que, si no gana una de las tres en disputa, se estará despidiendo de sus aspiraciones.

Otro personaje que regresará al escenario político estatal es Mariano González Aguirre, quien retomará el control de su partido, y se maneja que será diputado local al ocupar la posición número uno de la lista de representación proporcional. Se menciona que trae a personajes afines como candidatos a diputados locales como es el caso de Rosalinda Muñoz en el distrito l, en el tres a Martín Rivera Barrios, en el cuatro a Emilio Rivera, en el diez a Carlos Ixtlapale y en el once a Noé Parada. Desde el Congreso del Estado buscaría apuntalar el camino al 2027.

En el PAN buscarán impulsar al ex alcalde de Apizaco Julio César Hernández Mejía, a la presidenta actual del albiazul Miriam Martínez, a su esposo, Ángelo Gutiérrez y al propio Pablo Badillo.

El PRD trae a su carta que es Juan Manuel Cambrón, quien será candidato a diputado federal por el distrito 03 de la coalición integrada por PRD-PAN-PRD, quien además será el suplente del senador Miguel Ángel Mancera Espinosa que aparecerá en la segunda posición de la lista de diputados federales plurinominales correspondientes a la Cuarta Circunscripción que la integran la Ciudad de México, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.