La reciente derrota de los partidos tradicionales, PRI, PAN y PRD, en Tlaxcala frente a Morena y sus aliados ha sido un claro indicativo del descontento ciudadano y la pérdida de confianza en sus propuestas. Esta situación plantea un reto monumental para estas fuerzas políticas, que deben reinventarse y reconectar con el electorado si desean recuperar terreno en futuros comicios.
Dirán misa. Los dirigentes locales del Revolucionario Institucional, Acción Nacional y encargado del Sol Azteca se lamen las heridas tras la derrota aplastante del pasado dos de junio. Argumentan que fue una elección de estado y que Morena y su gobernadora hicieron uso de todo para ganar la elección.
Ingenuos, por no decirles otra cosa, si pensaron que una mandataria y su partido se iban a quedar con las manos cruzadas, pero lo cierto que no hay otra palabra para decirle a los números que alcanzaron en las urnas, y se llama «UN SOBERANO FRACASO».
Puntada, se llama la declaración de Ernesto García Sarmiento, dirigente local del PRI, quien aseguró que dicho instituto «sigue vivo», y está en plena etapa de renovación, recalcando que las recientes salidas de militantes no le afectan.
Asimismo, se dijo despreocupado por las salidas de militantes que son representativos del priísmo en Tlaxcala, como la familia González Zarur, puesto que, «el PRI es gestor de políticos» y enlistó a los gobernadores que han llegado a dicho cargo impulsados al PRI. Es más, vislumbró la posibilidad de más salidas de priístas, empero, enfatizó que eso no afecta al partido y que hay unión en la estructura.
Yo no sé de qué partido habla García Sarmiento o si la madurez ya le afectó el sentido común, pero que alguien le diga al señor que los números son contundentes y que el PRI ¡No ganó por sí solo ni un solo municipio!.
El ¨PAN obtuvo solo dos, Altzayanca y Xaloztoc, al igual que el PRD con Santa Apolonia Teacalco y Santa Caratina Ayometla.
Y en Alianza, el PRI y el PAN ganaron Nanacamilpa, Xiloxoxtla, Emiliano Zapata y Papalotla.
Que alguien le diga al señor Gavilán, que dicen que ni pío pío hace ya, que el tricolor en la entidad disminuyó casi 30 mil votos en comparación con la votación del 2021.
Por su parte, la panista Miriam Martínez solo se limitó a publicar un video para tratar de explicar su derrota y paliar las voces de panistas quienes exigen su salida del partido. Aun no sale a medios de comunicación, y lo único que se sabe es que ha tenido reuniones con su estructura y ex candidatos para consolarse entre ellos.
Del PRD, ni dirigente hay, y aun digieren que perdieron el registro a nivel nacional.
LOS RETOS PARA EL PAN-PRI-PRD.
Primero, deben hacer una autocrítica profunda de sus estrategias y acciones. La desconexión con la ciudadanía es evidente y se refleja en los resultados. Es imperativo que identifiquen los errores cometidos, desde la selección de candidatos hasta la ejecución de sus campañas, y aprendan de ellos.
En segundo lugar, la transparencia y la honestidad deben ser pilares fundamentales de su reconstrucción. La corrupción y el oportunismo han erosionado la confianza ciudadana. Es hora de presentar propuestas claras, viables y alejadas de los intereses personales, mostrando un verdadero compromiso con el bienestar común.
La renovación de liderazgos es otro punto crucial. La ciudadanía está ávida de caras nuevas y comprometidas con un cambio real. Es fundamental que los partidos promuevan la participación de jóvenes y mujeres, integrando visiones frescas y modernas que respondan a las necesidades actuales.
Asimismo, es vital que se establezca una agenda que priorice los problemas más apremiantes de Tlaxcala, como la seguridad, el empleo y la educación. Las promesas vacías deben ser reemplazadas por proyectos concretos y realizables, que demuestren capacidad de gestión y resultados tangibles.
La comunicación y el acercamiento constante con la ciudadanía no pueden ser descuidados. Los partidos deben abandonar la política de escritorio y salir a las calles, escuchar activamente las inquietudes de la población y trabajar en conjunto con las comunidades para construir soluciones.
En resumen, PRI, PAN y PRD enfrentan el desafío de recuperar la confianza de los tlaxcaltecas. La clave radica en la autocrítica, la transparencia, la renovación de liderazgos, una agenda centrada en las verdaderas necesidades y una comunicación efectiva y cercana con la ciudadanía. Solo así podrán aspirar a reconstruir su credibilidad y relevancia en el panorama político estatal.
De lo contrario, estarán martillando el último clavo a su ataúd en el 2027. Al tiempo.
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LA CAMINERA...Matrimonio fallido…Dicen que en la vida hay matrimonios en los que no todo es miel sobre hojuelas, pero que tras el noviciado, finalmente se consolidan y logran salir avante. Uno de ellos es el del PAN y del PRI, en donde la simulación y la traición ha sido la constante… ¿Algún día lograrán consolidarse?
Por ello, el Partido Alianza Ciudadana tras su fallido romance en 2021 con ambos a la gubernatura, en el 2024 decidió ir solo y ganó cinco municipios.
Los datos que arrojan las estadísticas finales del pasado domingo es que en municipios importantes como Tlaxco y Apizaco el voto tricolor no se vio reflejado.
En el caso de Tlaxco, el PRI solo dio 800 votos a Jorge Rivera, el candidato de la coalición PAN-PRI a la presidencia municipal, pese a que llevaban como abanderada a diputada local a Rosalinda Muñoz.
En Apizaco, el tricolor dio solo 1,300 votos contra 11 mil del PAN; incluso en el distrito 04 de Apizaco que encabezaba el PRI, Emilio Sánchez Rivera tuvo más votación por el PAN que por el PRI, lo que podría reflejarse en la traición del PRI al mismo PRI mediante alianzas con Morena.
Lo que se comenta al interior del propio partido con sede en Lira y Ortega en Tlaxcala capital, es que acordaron con todo y con todos para que pudiera entrar Enrique Padilla en la diputación plurinominal número dos y, al final, el sobrino de Beatriz Paredes no logró acceder y lo único que lograron fue hacer perder a sus candidatos a diputados locales.
También se dice sobre la simulación de Blanca Águila con la red BAL negociando doble, por ejemplo, su apoyo fue abierto y decidido para el candidato de Morena a la Presidencia Municipal de Totolac. En ese mismo municipio, el alcalde priísta salía en la foto con su partido, pero trabajaba para la causa morenista con Aurora Villeda.
El PAN tuvo un mal noviazgo con PRI, pero al final se mantuvo en su votación, mientras el segundo disminuyó en comparación con la votación del 2021 casi 30 mil votos.
ya comenzaron a surgir voces panistas de que la alianza con el PRI debe terminar en Tlaxcala.
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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...Último recurso…Luego que las cuentas les fallaron, y la gobernadora morenista se quedó sin su operadora preferida, la diputada con licencia, Marcela González Castillo y el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena impugnaron el acuerdo del Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) respecto a la asignación de las 10 diputaciones plurinominales, al reclamar una curul para su causa.
Habrá que esperar la resolución del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), y luego seguramente el asunto llegará a manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Dicen quienes saben de números electorales que el acuerdo del ITE está perfectamente sustentado, luego que el porcentaje de sobrerrepresentación está establecido en la Constitución y los números no mienten.
Otros, piensan que el otro camino sería que procediera la impugnación de Guillermo Hueyotlipan Barrón, quien perdió la elección en el Distrito XV por 11 votos. Una menos de mayoría significaría una pluri para Morena. Habrá que ver si efectivamente se presentó la impugnación en tiempo y forma.
En el ajedrez político que tanto le gusta a la dama del poder, siempre se cuida poner a salvo a su rey, y sacrificar un caballo, ahí las sacrificadas serían la ex diputada Ana Bertha Mastranzo y la profesora Engracia Morales Delgado, de Nueva Alianza Tlaxcala.
De no concretarse, la operadora política tendrá que conformarse con ser la presidenta honorífica del DIF municipal de Tlaxcala.
