La narrativa oficial en Tlaxcala sigue girando en torno a ser “el estado más seguro”, un lugar sin presencia del crimen organizado. Sin embargo, los recientes episodios violentos sugieren una realidad muy diferente. Con un silencio que parece institucionalizado, el gobierno lorenista ha evitado abordar públicamente los hechos de alto impacto que conmocionaron a la población este fin de semana, incluyendo ejecuciones de presuntos líderes criminales en Apizaco e Ixtacuixtla. Mientras tanto, las autoridades parecen más interesadas en mantener la imagen de tranquilidad que en enfrentar la creciente inseguridad.

Es desconcertante que ninguna autoridad, desde el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, hasta el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo, o la Fiscal Ernestina Carro Roldán, haya tomado la iniciativa de informar o tranquilizar a la ciudadanía ante estos sucesos. El silencio oficial ignora el temor y la incertidumbre de los tlaxcaltecas, quienes se ven forzados a vivir con la sombra de la violencia en sus comunidades.

Algunos alcaldes han minimizado la inseguridad, calificando la violencia como «algo normal», pero el asesinato de un presunto distribuidor de drogas en esa ciudad y la posibilidad de una guerra territorial muestran un panorama que dista de la seguridad que pregonan las autoridades. Declaraciones como las de los ediles no solo son un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, sino que también reflejan la incapacidad de las autoridades locales para reconocer y enfrentar la realidad.

En este contexto, destaca la reciente declaración de una alcaldesa, quien en una reunión admitió la presencia de elementos dentro de su administración que actúan de manera irregular, incluso dejando en libertad a personas detenidas por actividades ilícitas. Esta revelación no es solo un acto de valentía, sino una confirmación de la infiltración del crimen en la política local, algo que amenaza con desmoronar la confianza en las instituciones.

La situación en Tlaxcala debería ser una alerta para las autoridades. Lo que antes parecía confinado a estados con altos índices de criminalidad ahora se está replicando en la entidad, y la falta de acción o postura oficial solo abona a la percepción de un estado incapaz de proteger a sus ciudadanos. Es momento de que el gobierno lorenista abandone la narrativa del “estado seguro” y afronte la realidad con políticas claras, medidas de seguridad efectivas y, sobre todo, transparencia hacia los ciudadanos.

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LA CAMINERA...Inseguridad y Silencio en Tlaxcala: La Fiscalía Sigue Sin Respuestas…El asalto al restaurante «El Pescador» en Tlaxcala, protagonizado por un comando armado que sembró pánico y violencia, es solo un ejemplo más de los recientes hechos de inseguridad que han alarmado a la comunidad. Con al menos siete sujetos irrumpiendo en el lugar, robando a comensales y golpeando a empleados, el nivel de violencia va en aumento. Sin embargo, hasta ahora no se sabe si existen denuncias formales en la Fiscalía General de Justicia del Estado, lo que genera dudas sobre el manejo de estos casos y la efectividad de las investigaciones. La comunidad exige respuestas y medidas, pero el silencio de las autoridades y la falta de claridad en las acciones de la fiscalía solo aumentan la incertidumbre.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...Silencio e Incómodas Evasivas sobre Seguridad en Tlaxcala…El secretario de Gobierno de Tlaxcala, visiblemente incómodo, evitó responder sobre si huboi o no la adquisición de camionetas blindadas por parte de la administración de Lorena Cuéllar, así como sobre la transparencia del proceso de licitación. Tampoco quiso ahondar en las recientes declaraciones de algunos alcaldes que admitieron la presencia de delincuencia organizada en sus municipios. Ante la insistencia de los reporteros, intentó desviar la atención hacia el tema del paquete económico que el gobierno estatal entregó al Congreso este día, dejando sin respuesta las inquietudes sobre la creciente preocupación por la seguridad en Tlaxcala.

Empero, vale le pena abordar este tema en otra entrega.