El reciente mensaje del Secretario de Gobierno de Tlaxcala, Luis Antonio Ramírez Hernández, durante el tercer informe de la presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (IAIP), Maribel Rodríguez Piedras, sorprendió por su optimismo. En su discurso, el secretario expresó su deseo de que algún día en el estado se alcance la máxima publicidad de las actividades gubernamentales, donde la información fluya sin necesidad de solicitudes de acceso, gracias al uso de las tecnologías. Según él, la información sobre las acciones del gobierno debe ser accesible sin más trámites, un mensaje que, en teoría, sonaba a avance democrático.

Sin embargo, como suele ocurrir en la política, las palabras no siempre se traducen en hechos. Máxima publicidad es, en términos legales, el derecho de los ciudadanos a acceder a la información pública sin necesidad de justificar su interés. Pero este principio entra en contradicción cuando nos enfrentamos a una administración que, en la práctica, parece tener más sombras que luces.

Tras el discurso, el Secretario de Gobierno tuvo la oportunidad de responder a una de las preguntas más incómodas que ha rondado en los últimos días: la compra de supuestas nueve camionetas blindadas para altos funcionarios del gobierno de Lorena Cuéllar. Esta adquisición, que ha levantado muchas polémica, sigue siendo un tema opaco para la ciudadanía. A pesar de que el gobierno de Cuéllar ha reiterado su compromiso con la transparencia, este asunto sigue sin aclararse.

La respuesta de Ramírez Hernández al ser cuestionado sobre la compra de estas camionetas es esclarecedora: «los procesos son de la Oficialía Mayor de Gobierno». El secretario parece querer deslindar al gobierno del conocimiento directo de las adquisiciones, sugiriendo que es un tema que compete exclusivamente a la Oficialía Mayor, y que cuando la ciudadanía lo solicite, se les entregará la información correspondiente. Sin embargo, esto plantea una pregunta crucial: ¿por qué, entonces, no se ha transparentado aún esta información, si la «máxima publicidad» es el compromiso del gobierno?

Al ser interpelado nuevamente sobre la existencia de una licitación, Ramírez Hernández fue tajante: «Si, por supuesto, todo proceso va en ese sentido». Sin embargo, la insistencia en desvincularse de las decisiones y en no proporcionar detalles claros sobre la compra de las camionetas genera más dudas que respuestas. Si realmente se hubiera seguido el proceso de licitación con la transparencia que se menciona, ¿por qué no se ha hecho pública la información de manera proactiva?

Es difícil no notar la contradicción entre lo que se predica y lo que se practica. El gobierno de Lorena Cuéllar habla de transparencia, pero la opacidad persiste. La falta de claridad sobre temas sensibles como la compra de vehículos blindados para altos funcionarios refleja una gestión que no está dispuesta a rendir cuentas de manera abierta.

La pregunta entonces es: ¿realmente estamos viviendo en un gobierno que apuesta por la máxima publicidad, o todo esto no es más que una promesa vacía para cubrir las malas prácticas que siguen ocurriendo tras bambalinas?

En Tlaxcala, el discurso de la máxima publicidad suena atractivo, pero la realidad nos deja con más preguntas que respuestas. La ciudadanía merece saber si se cumplen los principios de transparencia, y no solo esperar a que, cuando se solicite, se entregue la información como un favor. La verdadera prueba de la máxima publicidad será cuando la información fluya libremente, sin obstáculos ni justificaciones, como lo prometió el Secretario de Gobierno. Hasta entonces, solo nos quedamos con la esperanza de que, algún día, las palabras se conviertan en acciones concretas.

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LA CAMINERA...Las respuestas que no llegan de un secretario de Gobierno.

¿Secretario, hemos escuchado en su discurso que le va apostar el gobierno de Lorena Cuéllar a la máxima publicidad, tendremos acceso a cualquier información cualquiera que sea?

-Siempre ha sido asi, y siempre buscaremos que estemos colaborando, pues ya vieron  este día el Ejecutivo Local fue uno de los mayor cumplimiento de acceso a la transparencia, y esto nos permitirá seguir con esa  dinámica.

¿Máxima publicidad entonces, sabremos entonces si hubo o no, la compra de camionetas blindadas, o quién le corresponde, a Finanzas o a quién?

-Ahi, los procesos son de la Oficialia Mayor de Gobierno, y por supuesto cuando se solicite información de este o cualquer acción estamos a la disposición de hacersela llegar, que lo puedan conocer y tambien todo proceso de compra o adquisición, arrendamiento o servicio, siempre pasa por un proceso de licitación y este debe ser trasparente.

 ¿Si hubo licitación entonces?, se le volvió a cuestionar, mientras una de las subordinadas del secretario de Gobierno, trataba de terminar con la entrevista y advertir que era la última pregunta.

-Si por supuesto, todo proceso va en ese sentido para que pueda haber la máxima publicidad de lo que hacemos.

Lo único que se obtuvo es que supuestamente si hubo licitación para la compra de blindadas, pero tan facil es decir si se compraron y ya.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...¿Y ahora quién podrá ayudarme? Mientras Ramírez Hernández sudaba con las preguntas de la prensa, y su cuerpo era atacado por una tos, el vocero «navajas» se tomaba selfies orgulloso de su premio de transparencia, y dejaba abandonado al segundo a bordo de la admistración lorenista. ¡Pues con esos amigos, para que quieres enemigos!.