El Bestiario…El negocio multimillonario de la basura: el último clavo a la 4T en Tlaxcala
El gobierno de Lorena Cuéllar estaría a punto de consumar su propio epitafio político con un proyecto que pretende concesionar el manejo de la basura a 30 años, cuando su mandato es de seis. Una jugada que traiciona los principios de la 4T, desafía a Claudia Sheinbaum y anticipa la sucesión con escándalo.
La trampa de los 30 años.
En un acto que raya en la desfachatez institucional, el gobierno de Tlaxcala busca conceder por tres décadas —¡30 años!— el control de los residuos sólidos urbanos a una empresa privada. Esto, cuando ni la administración estatal, ni los gobiernos municipales actuales estarán en funciones más allá de seis y tres años, respectivamente.
La ecuación es clara: un poder efímero no puede hipotecar el futuro de generaciones enteras. Pero a los operadores del clan de foráneos eso parece no importarles. Contravienen no solo la lógica democrática, sino los propios lineamientos que Claudia Sheinbaum ha marcado para la nueva era de la 4T: transparencia, rendición de cuentas y fin de los negocios turbios.
Mientras los ciudadanos apenas se enteran, los hilos del poder se movieron en Tlaxcala capital, en una reunión a puerta cerrada entre miembros del gabinete lorenista, legisladores locales y operadores políticos. Ahí se delineó el negocio de la basura. No estuvo la número uno, pero sí el número dos. Pedro Picapiedra y El Talibán de los de fuera, encabezaron la estrategia.
Una política —bautizada por sus pares morenistas como «la hija desobediente»— tomó nota puntual y envió la información a dos senadores tlaxcaltecas. El mensaje llegó a instancias nacionales que podrían o deberían frenar esta intentona.
Lo que está en juego no es solo un contrato. Es la legitimidad del proyecto político de Lorena Cuéllar y su grupo, que ha comenzado a perder el respaldo incluso de quienes ayudaron a construir la victoria de 2021.
Si el gobierno estatal insiste en forzar reformas legislativas y doblegar a alcaldes para imponer este negocio, no solo dará un golpe letal al espíritu de la 4T, sino que también anticipará el fin de su hegemonía local. La sucesión se acelerará con escándalo, y lo peor: por mano propia.
El descontento de los presidentes municipales es creciente. No quieren ceder el manejo de la basura al estado, y menos bajo presión. Los legisladores que juegan a ser lacayos del clan foráneo deberían preguntarse si vale la pena ser parte de un esquema que huele a corrupción, complicidad y traición.
Porque si lo que quieren es darle el tiro de gracia a su jefa política… lo están haciendo muy bien y van muy bien.
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LA CAMINERA…El fracaso que no se dice, pero se percibe…El secretario de Seguridad en Tlaxcala, Alberto Martín Perea Marrufo, rompió el silencio que el resto del gabinete evita: la estrategia no ha fracasado —dice—, pero la percepción ciudadana sí es una deuda pendiente. A pesar de presumir cifras del Secretariado Ejecutivo y asegurar que Tlaxcala tiene baja incidencia delictiva, el funcionario reconoce que la ciudadanía no siente lo mismo.
Mientras algunos diputados y parte de la sociedad exige su renuncia por considerar fallida su gestión, Perea se defiende con números, aunque no puede esquivar la realidad de una sociedad que ya no cree en los reportes optimistas. La brecha entre datos oficiales y sensación de inseguridad sigue creciendo… y esa sí, no se puede maquillar.
Porque la percepción también mata, aunque las gráficas digan lo contrario.
La otra, parece que ayer el aparato de comunicación lorenista dejó solo a su secretario de seguridad. ¿Será el presagio de algo?
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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…¿CEDH, el botín político? La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala (CEDHT) parece estar a punto de convertirse en una silla más del reparto político.
Jakqueline Ordóñez quiere repetir en el cargo, mientras que Arturo de Casa Vega —actual presidente del IAIP— se apunta como comodín institucional: quiere la CEDH, pero también una silla en el ITE. ¿Perfil técnico o busca-chambas con respaldo de Morena?
Aunque hubo exámenes y consulta ciudadana, lo cierto es que la decisión será del Congreso, donde la tentación de premiar lealtades o pagar favores está más viva que nunca. La CEDH debería ser un contrapeso, no una extensión más del poder.
Los otros aspirantes, menos mediáticos, pero con la misma oportunidad, son Emmanuel Sánchez Reyes, Mayra López Lara, Leonardo Adrián Luna Ramírez y María del Carmen Cruz Padilla.
Todos presentaron su prueba de conocimientos. Ahora toca ver si gana el mérito… o la cuota.