A unas horas de que Tlaxcala se vista de gala para inaugurar la Olimpiada Nacional CONADE 2025, el estado amaneció con otro rostro: el del miedo, el de la violencia sin freno, el de las balas que no avisan y las autoridades que no responden.

Un ataque armado en un local de videojuegos —a metros de la central camionera y en pleno bulevar Tepehitec— dejó a dos hombres heridos, uno de ellos en estado crítico, con exposición de masa encefálica. ¿Y el Estado? Bien, gracias.

Varios sujetos armados, a bordo de una camioneta Dodge Journey blanca, abrieron fuego desde el exterior contra el establecimiento ubicado en la colonia San Hipólito Chimalpa.

¿De qué sirve que la mandataria morenista Lorena Cuéllar logre que Tlaxcala sea elegido para un evento de esta magnitud y que ella misma declare —en entrevista con Lupita Juárez para Noticias de la Tarde en El Heraldo TV— que «es un gran reto y estamos preparados, porque los tlaxcaltecas somos anfitriones por tradición y estamos listos para recibir a nuestros visitantes”, si su gabinete de seguridad no atina a crear una estrategia de reacción ante delincuentes que hacen de las suyas?

La pregunta es inevitable: ¿preparados para qué?

El secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo, lleva semanas desaparecido del radar mediático. Y cuando aparece, lo hace con discursos reciclados sobre coordinación y prevención, como si fueran mantras que bastaran para contener la ola de delitos que, poco a poco, va devorando la tranquilidad local.

¿Dónde estaba el blindaje prometido tras los hechos en Apizaco, Zacatelco y ahora en Tlaxcala capital?
¿Dónde están las patrullas, las cámaras, las detenciones?

Porque lo cierto es que no hay un solo detenido por este ataque, como tampoco los hubo por otros hechos recientes que han quedado en el archivo muerto de la impunidad.

¿De qué sirve que el Instituto para la Economía y la Paz reconozca que Tlaxcala se mantiene como el segundo estado más pacífico del país, y que los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelen que ciertos delitos van a la baja, cuando esta información no puede incidir ni influir en la percepción que tienen los habitantes de la entidad sobre la inseguridad?

La gente no vive de estadísticas; vive de su miedo, de su experiencia diaria y de lo que ve y escucha: disparos, asaltos, impunidad.

La Olimpiada Nacional CONADE 2025 será, sin duda, una vitrina nacional. Las luces, los reflectores y las cámaras estarán sobre Tlaxcala… pero también lo estarán los ojos críticos que verán más allá del protocolo y las porras.

Porque aquí, mientras unos preparan el podio, otros rezan por sus heridos.

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LA CAMINERA…¿Relevos? Y por si fuera poco, desde dentro del propio gabinete ya se teje la rumorología, la especialidad en el gabinete morenista. ¿Es cierto que Luis Antonio Ramírez Hernández dejará la Secretaría de Gobierno para irse a su notaría? La pregunta no es de pasillo, es de mesa chica. Ayer mismo algunos miembros del gabinete la lanzaban con insistencia.

El desgaste del secretario es evidente. Su llegada requirió incluso de una reforma constitucional, pero su permanencia parece ahora más frágil que nunca.  ¿Le sigue funcionando a la gobernadora?

Se barajan dos nombres para relevarlo. El primero: Ever Campech, presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso, figura de confianza de la mandataria, con colmillo político y capacidad comunicativa. Pero, ¿se atreverá Cuéllar a mover su principal ficha legislativa solo para tapar un boquete en el Ejecutivo?

El segundo: Gelacio Montiel Fuentes, secretario particular de la gobernadora y operador natural, dicen, desde antes de que llegara Ramírez Hernández. Tiene mano política, sabe moverse y no arrastra conflictos con otros grupos de poder.

Como se ve, la baraja de Cuéllar es corta. Y cada movimiento que haga tiene efectos de dominó: si mueve en el Ejecutivo, se tambalea el Congreso; si cambia al operador, cambia la dinámica de control, pero dicen que en la vida hay que atreverse. ¿O no?

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOSJusticia bajo fuego…La Fiscalía General de Justicia del Estado ha decidido apelar la controversial absolución de cuatro hombres acusados de un triple homicidio en Zacatelco, ocurrido en marzo de 2022. A pesar de la brutalidad del caso —tres víctimas ejecutadas y calcinadas en una vivienda—, el tribunal de enjuiciamiento determinó que no había pruebas suficientes para condenarlos.

Detrás del fallo están tres juezas, entre ellas Rossana Rubio Marchetti, actual candidata en el proceso de elección judicial, lo que abre un foco rojo sobre la percepción de justicia.

Aunque uno de los absueltos sigue preso por otro asesinato, el mensaje que queda es preocupante: ni la violencia extrema garantiza castigo si el aparato judicial se tambalea entre la impunidad y la opacidad.

Veremos en que queda este caso que ha generado mucha polémica.