El Senado de la República aprobó un exhorto dirigido al Gobierno de Tlaxcala para implementar de manera inmediata un plan integral de prevención de la violencia y combate a la inseguridad, luego del preocupante aumento en la percepción de riesgo reportado por el INEGI. La propuesta fue presentada por la Senadora tlaxcalteca Anabell Ávalos Zempoalteca, quien advirtió que el estado atraviesa uno de los deterioros más severos en materia de paz social.
Ávalos destacó que, conforme a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del 23 de octubre de 2025, 63% de la población adulta considera inseguro vivir en su ciudad, cifra que asciende a 68.2% en mujeres. En Tlaxcala, dijo, la percepción de inseguridad creció un 16% en un solo año, ubicándose entre los incrementos más altos del país.
La legisladora señaló que esta percepción no es un sentimiento aislado, sino un reflejo directo del aumento de delitos y conductas antisociales. De acuerdo con datos del INEGI:
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Casi la mitad de la ciudadanía ha presenciado robos o asaltos.
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4 de cada 10 personas han observado venta de drogas.
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34.8% escucha disparos frecuentes cerca de su vivienda.
Además, cuatro de cada diez habitantes han modificado sus actividades cotidianas por miedo a ser víctimas de un delito, evitando salir de noche o visitar familiares.
Ávalos Zempoalteca sostuvo que en Tlaxcala se ha encendido un “grito desesperado” ante la falta de estrategias serias, la ausencia de inteligencia operativa y la poca participación ciudadana en la toma de decisiones. “Las familias viven con angustia, y esa angustia ya no puede seguir ignorándose”, señaló.
El exhorto aprobado exige al Gobierno del Estado elaborar un plan integral y técnico, construido con especialistas y no desde la cerrazón política. Ávalos también llamó a reconstruir la confianza en las instituciones locales, que —según el INEGI— figuran entre las peor evaluadas en materia de seguridad.
Finalmente, agradeció el respaldo del Senado y subrayó que la urgencia de la propuesta responde a una exigencia legítima de la población: “El pueblo de Tlaxcala merece vivir en paz, sin normalizar la violencia ni resignarse a estadísticas sombrías”, concluyó.

