A mi querido pueblo de México:

Entre los múltiples temas que se derivan del confinamiento en esta pandemia nos preguntamos si lo peor ya ha pasado o si estamos ante un descanso de medio tiempo que nos preparará para la batalla definitiva en la guerra contra el SARS-COV2.

Y si, aunque parezca que hemos atravesado la penumbra, lo cierto es que la pandemia sigue vigente, sin embargo, la urgencia por mantener a flote la maltrecha economía mexicana ha puesto por delante el regreso obligado a las actividades mercantiles y poco a poco a reactivar las actividades laborales no esenciales en distintos centros de trabajo gubernamentales. Entonces, ¿es adecuada la estrategia del retorno antes de la llegada de la vacuna?

Para aproximarnos a una respuesta general a la pregunta que hemos planteado, debemos darnos cuenta que al día de la publicación de esta carta, persisten tres elementos: 1) el virus sigue esparciéndose, 2) no hay tratamiento estandarizado y 3) no hay vacuna. Por tanto, ante la decisión gubernamental de reactivar distintos sectores, debe prevalecer el llamado a no bajar la guardia en las labores de prevención.

Sin embargo, el gobierno no ha comunicado bien el mensaje, pero para eso tenemos esta carta que hace de su conocimiento en una frase, lo que debe saber: La pandemia no ha terminado y debe seguir cuidándose si no quiere contagiarse.

Lamentablemente con el estruendoso anuncio de la vacuna rusa de la semana pasada, el gobierno empezó a construir castillos de arena en el aire y casi por decreto el número de contagios y fallecimientos están disminuyendo, parece una buena noticia, sin embargo, los conocidos, los amigos, los familiares siguen enfermando. Sabemos bien que es imperioso revivir la maquinaria económica, pero es importante que usted sepa que no debe relajar el protocolo sanitario. No se quite el cubrebocas, no salude de mano, mucho menos de beso; no baje la guardia.

El anuncio de la vacuna rusa, solo es un rayo de esperanza ante esta pesadilla que ha significado la pandemia de COVID19, pero no es la panacea.

Seamos realistas, faltan cuatro meses para finalizar 2020. Tomando en consideración que la vacuna rusa y la que es financiada por Astrazeneca, estarían listas a más tardar en marzo de 2021, nos quedan siete (7) meses de pandemia, es decir otro periodo de tiempo como el que hemos estado en confinamiento y lo peor de todo, se aproxima el otoño e invierno en el hemisferio norte donde es recurrente la temporada de influenza. Entonces, ¿por qué anunciar con bombo y platillo que la situación se está controlando? ¡Es una falacia! Al menos, como lo están tratando de hacer ver con la frase “se está domando la pandemia”.

Amigas y amigos: el retorno a las actividades económicas es forzoso, pero eso no significa que la pandemia ha terminado. Estamos en un tiempo en el que se debe recuperar algo de lo perdido económicamente. Asimismo, estamos en un lapso en el que se debe replantear la estrategia para amortiguar los futuros contagios que se presentarán al llegar el invierno. El gobierno federal y los de nivel local tienen una oportunidad de oro para no hacer a un lado el equipamiento médico. La sociedad, también tiene un momento invaluable, es muy probable que exista un nuevo llamado al confinamiento en casa; ante ello, es importante tomar en serio la situación: Recordemos que México recibió al virus en primavera y que de cierta forma el clima nos ayudó, pero ahora, el destino nos ha puesto el inexorable camino de enfrentarnos al virus en un segundo tiempo, las diferencias son que ahora será en invierno, pero con experiencia en el manejo del patógeno. No echemos en saco roto lo aprendido y preparémonos para la segunda batalla contra la COVID-19.

Nos saludamos pronto.