«Comunicación en definitiva no es lo que uno dice, sino lo que el otro entiende y hace tras lo que ha entendido. Basados en esa premisa, si no queremos que nos entiendan mal y no hagan lo que no queremos, debemos captar al máximo la atención de la presunta audiencia», han sido palabras que he analizado a conciencia y debo reconocer me han costado descifrar del consultor Xavier Domínguez. Es más, están reflejadas en un cuadro en mi oficina para que las lea diario y no se me olviden, aunque mi amigo el jornalero Juan Luis Cruz Pérez me diga que hay otros autores, me considero fan de este personaje.
Frase creo queda como anillo al dedo al informe de actividades del primer gobierno de la 4T en Tlaxcala y lo que ha pasado con la detención de una banda de secuestradores, en donde están involucrados supuestos militares.
Hay dos situaciones que llamaron la atención de la presunta audiencia y esos fueron el desaguisado de las dos costosas pantallas que no pudieron trasmitir el video de los logros de la Gobernadora Lorena Cuéllar, quien prefirió levantarse de su silla y se dirigió a leer mejor su mensaje escrito. Si bien nadie está exento de una falla técnica, al final fue un error.
El otro tema que jaló la atención fue el rescate de una familia tlaxcalteca que había sido secuestrada, de acuerdo con la Procuraduría de Tlaxcala, por integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que provocó que Ernestina Carro volviera a aparecer en un video para detallar el caso, pero la forma de comunicar generó el ruido, por lo que una noticia que tenía que apuntalar la narrativa del estado más seguro del país, donde no se permite la impunidad, se fue el bote de la basura y desató una andanada de memes, sátira, y todo lo que se pueda imaginar.
Ambos casos se convirtieron en conversación de mesas de café, de políticos, de periodistas, y vox populi, dejando las cifras y avances de gobierno en otro plano.
Cabe reconocer que como en los toros, la procuradora se llevó la tarde y salió en hombros, por el escenario para anunciar un gran logro, donde el mensaje principal de fuerza y autoridad se diluyó con la fotografía o video con una funcionaria que refleja pánico escénico, con elementos ministeriales que se asemejan más a malosos de un cartel que policías, pues a nadie se le ocurrió al menos en la edición ponerles logos de la dependencia, un fondo con un librero semi vacío.
Nadie se explica el cómo no se supervisó la autorización para difundir un video que refleja la política de comunicación de un gobierno, y aquella máxima de que «Instrucción no supervisada, vale para pura chingada», y eso la vocera lo sabe.
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La caminera...¿Y la vocería apá? Escribí hace semanas que en la Coordinación General de Comunicación había un equipo conformado por periodistas con experiencia, con perfiles probados, pero el campo de la comunicación ha avanzado a pasos agigantados, el cual ha sido revolucionado con las redes sociales. Inclusive los medios de comunicación se han tenido que adaptar a ellas.
Y el claro ejemplo, es el meme de la procuradora que es más poderoso que los cientos de baners de las cifras oficiales del primer informe de Gobierno.
Todos los gobiernos tienen crisis y ruidos comunicativos. A un ex gobernador panista lo mataron varias veces y se le cayó un avión; a un priísta le apareció de la noche a la mañana un terreno a su nombre.
Aun quedan cinco años y el camino es largo, y corresponderá a la CGC elegir su camino, pues su reglamento es claro y le da atribuciones de centralizar las decisiones comunicativas y de interés público del gobierno estatal, y ser la dependencia encargada de diseñar, operar y evaluar la política de comunicación del gobierno del Estado. En estas crisis ni para hacerse a un lado, solo aprender de ellas.
Sin duda, la forma de comunicar influye contundentemente en la percepción de la población y genera un efecto, positivo o negativo, en ella.
Otro tema es que deberán promover y realizar estudios de opinión pública para conocer el impacto de los programas y acciones del Poder Ejecutivo Estatal en las diferentes esferas de la acción gubernamental. Estas dos crisis y el primer informe son el pretexto ideal. ¿Los harán? Al tiempo.
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Ahora sí, la última y nos vamos...Voceros legitimados…Los gobernadores suelen tener voceros habilitados para evitar el desgaste de la figura gubernamental, pues en el esquema comunicativo la mandataria debe dar las buenas noticias, el vocero las malas, y uno que siempre atienda a la prensa y sus requerimientos de información.
En la 4T, a veces el Secretario de Gobierno trata de hacerla de portavoz ante los reporteros, pero en la mayoría el mensaje queda a medias y se genera el ruido, por lo que la titular del Ejecutivo Local sale a corregir la plana.
El resto de los funcionarios manejan un bajo perfil.
Falta una figura que amplíe y, en su caso, precise la información relacionada con los posicionamientos del Gobierno del Estado.
La pregunta obligada. ¿Quién?