Ha habido siempre voces donde en cada elección el Partido de la Revolución Democrática en Tlaxcala recibe el epitafio y vaticinan su muerte.  Pero pasan los años y en la entidad el sol azteca sigue y aspira ahora a ir solos y jugar con sus propias cartas en el 2024.

Han perdido más en alianzas que lo han tenido en crisis, que alguna ganancia electoral, por eso llamó la atención la última declaración formal de su jefe político, Jesús Zambrano que no harán alianzas en ayuntamientos, presidencias de comunidad y diputaciones locales, con esa frase que dice «más vale solos, que mal acompañados».

Hay quienes dicen que si unidos no le ganan a Morena, solos es una misión imposible, pero no toman en cuenta que el ejercicio del poder desgasta y los  «morenos» gobiernan municipios donde apenas llevan cerca de un año y medio,  y hay quienes ya están arrepentidos de haberles dado el voto, aunado a que han sumado a sus filas a presidentes que en lugar de ayudar a la marca, son un verdadero lastre, y si no pregúnteles a los ediles de Xaltocan y Mazatecochco, a quienes ya ni siquiera presumen.

Todos conocemos la historia de este instituto político cuando llegaron en 1998 al gobierno estatal con la persona de Alfonso Sánchez Anaya, pero en lugar de fomentar la unidad y mantenerlo en el poder, la obsesión del médico veterinario por imponer a su esposa María del Carmen Ramírez García fracturó al sol azteca, luego que quienes se opusieron a la cónyuge se convirtieron en enemigos y con la orden de desaparecerlos politícamente.

La máxima de «Estás conmigo  o estás en contra», fue una realidad. La historia es conocida, Héctor Ortiz Ortiz derrotó a la monarquía anayista, y el PRD con su aliado Convergencia se desplomó a un tercer lugar. En 2010 y la historia fue similar, luego de la suma de la candidata perredista Minerva Hernández Ramos a la panista Adriana Dávila, lo cual fue el pretexto ideal para que diversas tribus se fueran abiertamente con el priísta Mariano González Zarur, a la postre ganador de la elección, y el partido amarillo no alcanzó siquiera los 25 mil votos.

Fue en 2016 con Lorena Cuéllar que rebasaron los más de 175 mil votos, pero no suficientes para derrotar al priísta Marco Mena, y tras ello su candidata a gobernadora los dejó y se fue a Morena para lograr en 2021 su sueño de ser la titular del Poder Ejecutivo Local.

El primer ejercicio a nivel nacional de la coalición PAN-PRD fue en 2018  con  la denominada «Por México al Frente», elección en la que solamente ganaron un distrito local, el XIV, abanderado por hoy petista Miguel Ángel Covarrubias, quizá haya sido el efecto López Obrador, pero definitivamente no funcionó.

En 2021 estuvieron juntos a la gubernatura con el PRI, PAN, PAC y PS y fue un rotundo fracaso, la cual nunca cuajó en los municipios, pues en el colmo de la incongruencia eran aliados al Poder Ejecutivo y algunas diputaciones locales, pero en los ayuntamientos  enemigos a muerte, y eso los llevó al borde del precipicio.

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La Caminera...El reto del 2024…Este domingo el PRD llevó a cabo la primera sesión de su Consejo Político Estatal 2023, en donde sus cuadros cerraron filas y el mensaje fue claro: En su participación el diputado y coordinador Parlamentario Juan Manuel Cambrón Soria, la máxima figura de la franquicia amarilla, sostuvo que están listos para ir solos en los próximos comicios, “nuestra postura de saque, es no a la coalición, estaremos abiertos a la política de alianzas siempre y cuando así lo quieran los militantes, no tomaremos ninguna decisión en lo oscurito, sin consultarla, no vamos a imponer nada, es el compromiso que hacemos aquí ante ustedes”.

El PRD definió en una primera propuesta, género y cuotas solicitadas por el INE para encabezar municipios y distritos electorales, además de que dejó la mesa abierta para discutir por el lapso de 90 días, la postura sobre ir en alianza al proceso 2024.

Aunque no quiso hablar de una ruptura de la coalición en 2021 denominada «Unidos por Tlaxcala”, integrada por PAN, PRI, Partido Alianza Ciudadana y Partido Socialista, se puso sobre la mesa que la alianza no funcionó y los compromisos hechos tampoco fueron cumplidos.

A ninguna coalición le sirve la suma de partidos débiles y erosionados, por lo que todos tendrán que ponerse las pilas si quieren sobrevivir.

En el PRI basta ver que no requieren enemigos afuera, pues tienen sus caballos de Troya; en el PAN tienen que crecer más sus figuras si quieren ser competitivos y dejar atrás su división; y en el PAC parece  que el coqueteo con los morenos es abierto, y que serán aliados, máxime cuando la UAT ni siquiera es tocada con el pétalo de una flor.

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Ahora sí, la última y nos vamos…¿Y las figuras APÁ?…Le deben apostar a crecer más con otros cuadros, pues todo el peso recae sobre el diputado local Juan Manuel Cambrón, pues pese a que solo es un voto, ha convertido la negociación política en un arte, pues logró las comparecencias de los funcionarios de primer nivel y marcó la agenda en esos días. Del otro legislador perredista, ni vale la pena hablar, pues funciona más como miembro de la bancada morenista.

Sin embargo, valdrá la pena preguntar con qué otras figuras van a jugar en el 2024, sobre todo en los municipios donde aspiran a ser competitivos.

En Chiautempan  se perfila Alejandro Netzahualcóyotl Sandoval, quien ya enfrentó a Morena en el 2021, y sabe que tras el desgaste de esa marca, tiene amplias posibilidades si logra una alianza.

Mientras que en Apizaco no se bajará el médico Juan Bernardo López Alducín,  quien también fue candidato a la alcaldía,  fue regidor y director del Hospital General de Apizaco.

¿Y en los otros 58 municipios, con quiénes jugarán?