La estrategia del Jr., heredero político del ex Gobernador Alfonso Sánchez Anaya, ha resultado ser más un espectáculo bochornoso que un movimiento político efectivo. Su intento por desviar la atención con información falsa sobre el presunto respaldo de la candidata al senado Anabell Ávalos, del PAN, PRI, PRD, a través de ex colaboradores de la ex presidenta municipal, ha puesto en evidencia su desesperación y falta de credibilidad.

Quien conozca la historia de traición que vivió la ahora candidata al senado en el 2021 se dará cuenta de que lo que el Jr Anaya presumió como aliados con la venia de ellos para arrastrar el nombre de Anabell Ávalos sólo lo evidenció como un personaje capaz de agarrar lo que sea, con tal de intentar ganar el aprecio de la gente, aunque sea con mentiras y a costa de lo que sea.

Esta estrategia, que en realidad resta en lugar de sumar, ha dejado al Jr. en una posición incómoda y cada vez más aislada. Sin duda, estas acciones tendrán repercusiones a largo plazo y podrían afectar gravemente su futuro en la política, pues parece más preocupado por cumplir con compromisos políticos que por ganarse el verdadero apoyo de la ciudadanía. Su camino en la política por intentar una candidatura está lleno de tropiezos y de facturas altísimas por pagar.

Resulta patetico que el morenista esté desesperado por no tener ni siquiera el apoyo de sus compañeros que aspiraron a la candidatura en su partido, pues hay quienes lo detestan por ser impuesto solo por el peso del apellido del padre.

No creo que presumir la suma del ex  priísta Víctor Hugo Gutiérrez, quien es conocido por su proclividad a la traición, y quien al no ser beneficiado su hermano en Apetatitlán por Morena, decidió darle la espalda a ese partido y venirse a la capital.

Por eso, Junior dime con quién andas y te diré quién eres….

Hoy escribe: Domingo Juárez.