Todos podemos imaginar que la intención de la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar, de hacer cambios a la mitad de su administración es mandar el mensaje de que quiere cerrar con todo y ofrecer resultados.
La narrativa es que ha decidido hacer ajustes en su equipo de trabajo, un movimiento que no solo busca renovar energías, sino también asegurar que los compromisos adquiridos con los ciudadanos sean cumplidos de manera efectiva. Ese era el objetivo.
Se armó todo un show para que la morenista diera a conocer los cambios, y la percepción fuera positiva, pero al parecer la primera tarea de la Coordinación General de Comunicación de que el mensaje saliera en los medios de comunicación, o sea la operación de prensa, no llegó, pues ganó trascendencia la llegada del cuñado y del ex dirigente de un partido, repudiado por priístas, quienes lo señalaron de alta traición y jugar las cartas a favor de Morena, en lo que se entendió como un pago evidente de facturas políticas.
En Tlaxcala, un pequeño estado que a menudo parece estar alejado del radar político nacional, la política sigue siendo un fascinante espectáculo lleno de personajes y maniobras que parecen salidos de un bestiario medieval. Lorena Cuéllar decidió hacer cambios significativos en su gabinete, una maniobra que genera diversas lecturas sobre sus verdaderas intenciones y el rumbo que pretende tomar en lo que queda de su administración. Algunos personajes se destacan por sus características singulares y su capacidad para sobrevivir a través de los cambios de gobierno.
No tengo nada personal contra Fabricio Mena, un político que ha demostrado capacidad en el tema turístico, pero su designación y el primer ejemplar de este bestiario es el nombrado nuevo secretario de Turismo. En una jugada que parece salida del manual del compadrazgo. Cuéllar ha puesto a su cuñado en un puesto estratégico. ¿Qué lecturas nos deja esta maniobra? La primera y más obvia: la gobernadora apuesta por la lealtad familiar sobre cualquier otra consideración. Esto no solo perpetúa prácticas que muchos consideran obsoletas y dañinas para la política, sino que también echa por tierra cualquier pretensión de meritocracia. La lección aquí es clara: el poder se queda en familia, como si el Estado fuera un feudo medieval más que una entidad moderna y democrática.
El segundo personaje es Noé Rodríguez Roldán, un viejo zorro de la política local, ahora encargado de la Secretaría de Planeación. Como un camaleón, Rodríguez Roldán ha sabido adaptarse a los cambios de color en el panorama político de Tlaxcala. Este exdirigente del PRI es una figura que personifica la capacidad de supervivencia de los políticos de la vieja escuela. Su presencia en el gabinete de Cuéllar sugiere que, lejos de romper con el pasado, la gobernadora está dispuesta a reciclar las viejas figuras del poder para avanzar en su agenda. La lectura aquí es que la supuesta transformación es, en realidad, una vuelta a las raíces de un sistema político que nunca ha dejado de estar presente.
La ex titular de la Secretaría de Planeación ocupaba un rol importante en la toma de decisiones en el búnker lorenista, por lo que es un enigma el papel que jugará Rodríguez Roldán, o si solo será una pieza de ornato.
Ambos nombramientos dejan claro lo que toda la población ya sabía, en el 2021 jugaron en contra de su partido el PRI y su candidata, hoy senadora, Anabell Ávalos, y eso les merece puestos estratégicos, por encima de muchos morenistas que se la han jugado con todos los proyectos del partido y que siguen sin estar en los verdaderos espacios de poder.
Finalmente, en este bestiario no puede faltar Octavio Ortega Velio Mejía. Muchos dirán, que es muy pronto juzgar el papel del nuevo vocero, y posiblemente tengan razon, pero a partir de sentarse en esa silla y ser anunciado con bombos y platillos, la operación de medios comenzó y ya era parte de su responsabilidad. Dejar que la nota positiva de los relevos, fuera empañada por el cuñado y el ex dirigente del tricolor, pues manda lecturas que esperan resultados diferentes haciendo lo mismo.
Si bien los cambios son una parte natural de cualquier administración, la calidad y la transparencia de estos movimientos son cruciales para mantener la confianza de la ciudadanía. La inclusión de personajes ligados al viejo régimen y la recurrencia de prácticas de nepotismo sugieren que, a pesar de las promesas, las viejas costumbres aún dominan el paisaje político de Tlaxcala.
Lorena Cuéllar tiene aún tiempo para rectificar y demostrar que su gobierno puede ser verdaderamente distinto, pero los recientes movimientos en su gabinete envían un mensaje preocupante. Los tlaxcaltecas no votaron por más de lo mismo; votaron por un cambio real. El tiempo dirá si este cambio es posible, o si, al final, todo fue solo una ilusión.
****
LA CAMINERA...De primaria…En los manuales de prensa y comunicación, se suele aconsejar evitar programar dos eventos importantes al mismo tiempo, especialmente si ambos compiten por la atención de los mismos públicos, como los medios de comunicación, los líderes de opinión, o una audiencia específica.
Cuando se realizan dos actos importantes al mismo tiempo, la cobertura mediática se divide. Los medios de comunicación pueden verse obligados a elegir cubrir uno o darle mayor cobertura a otro, lo que puede resultar en una menor visibilidad y alcance para ambos. Si un evento recibe más atención que el otro, puede parecer que menos cubierto no es tan importante, lo que podría afectar su percepción pública.
Se entiende que el evento principal era la presentación del gabinete, pero el descuido de dejarlo suelto ante la opinión pública y medios de comunicación generó otra percepción.
El acto que más llamó la atención fue la regulación del servicio de transporte público en la modalidad de taxi compartido a las comunidades de Maguey de Cenizo y Mariano Matamoros, municipio de Tlaxco. Con más carga emotiva y mejor armado tuvo mejor impacto.
El tema no era menor, tras 25 años de no haber sido regularizado el servicio de transporte público, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros entregó las autorizaciones necesarias para la prestación del mismo con certeza jurídica.
Bien pudo haber sido uno el lunes, y el martes el otro, y eso lo saben quienes operan las áreas de comunicación, pero sobre todo se dedican a crear estrategias desde las oficinas de prensa.
*****
AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...El regreso…A muchos llamó la atención que una funcionaria trajera del brazo al nuevo vocero Octavio Ortega Velio Mejía, lo que parece indicar el regreso a la toma de decisiones. Una señal. Su oficina está por las Ánimas.
En tanto, el ex coordinador se rumora será enviado a la Fiscalía de Justicia del Estado, y su destino no suena halagador para desplazar a una funcionaria que ya le sabe a la comunicación de dichas áreas y que ahora tendrán que experimentar.