El gobierno del estado difundió con bombo y platillo que Tlaxcala se posicionó como el estado más seguro de México, superando a Yucatán y Campeche en el ranking del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De acuerdo con los datos oficiales, en el primer bimestre del 2025, la entidad registró la cifra histórica más baja de delitos denunciados: 239 en febrero y 494 en el acumulado enero-febrero.

Pero, ¿cómo se recibe esta información en las calles? En redes sociales, la reacción fue inmediata y contundente: incredulidad y escepticismo. “Entonces, ¿por qué la gobernadora necesita camionetas blindadas?”, cuestionaron algunos. Otros ironizaron: “Se equivocaron, hoy no es día de los Santos Inocentes”. La percepción ciudadana contrasta con las cifras oficiales, pues a diario se reportan robos a transeúntes, asaltos en carreteras, homicidios y robo de vehículos.

Si bien las cifras oficiales reflejan una baja en la incidencia delictiva denunciada, no contemplan el número real de delitos que quedan en la impunidad o que nunca llegan a una carpeta de investigación. Este fenómeno, conocido como «cifra negra», es común en entidades donde la población ha perdido la confianza en las autoridades y opta por no denunciar, ya sea por temor o por la certeza de que no habrá justicia.

Y para muestra un botón: El caso más reciente de un asalto de un comando a un restaurante en Tepehictec Tlaxcala, su dueño el poderoso secretario de un sindicato de maestros no denunció ante la Fiscalía General de Justicia. ¿Por qué?

Además, la percepción de seguridad no solo depende de estadísticas frías, sino de la realidad cotidiana. Para los ciudadanos que han sido víctimas de un asalto, un robo de vehículo o un delito violento, los números poco significan cuando sienten que la seguridad sigue siendo una asignatura pendiente. El aumento de patrullajes, operativos y estrategias interestatales no ha logrado cambiar la sensación de vulnerabilidad que predomina en diversas zonas del estado.

La clave para revertir esta crisis de credibilidad no está solo en difundir cifras favorables, sino en garantizar que las políticas de seguridad tengan un impacto real en la vida de la población. No basta con reducir el número de denuncias registradas, sino que se debe fortalecer la confianza en las instituciones para que los ciudadanos sientan que denunciar sirve para algo.

El gobierno tiene en sus manos la posibilidad de cambiar esta percepción. No basta con publicar cifras alentadoras en un boletín de prensa; se necesita transparencia, resultados tangibles y una comunicación efectiva que reconozca los problemas y proponga soluciones. Mientras tanto, la pregunta sigue en el aire: ¿Tlaxcala es realmente el estado más seguro, o solo el que menos denuncias registra?

Bastaría con que un medio o un ciudadano documente el tiempo en que tardas en presentar una denuncia ante la FGJ de Ernestina Carro Roldán y el tiempo en que te resuelven.

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LA CAMINERA….El silencio que inquieta… ¡¿Cuando dicen no, es sí? El columnista de Señorio Tlaxcalteca de E. Consulta, Martín Ruiz reveló que el gobierno de Lorena Cuéllar pretende la compra de un nuevo helicóptero para Tlaxcala, algo que no ocurría desde hace 15 años. Desde el gobierno lorenista dicen que no es cierto, pero de las camionetas blindadas negarón y ocultaron información durante seis meses, y luego La compra de 10 camionetas blindadas por 56 millones de pesos sin licitación que salió publicada gracias a una solicitud de transparencia, les generó una crisis de percepción que hasta el momento no controlan.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOSYa ni sabe uno de quién cuidarse…

La Fiscalía de Tlaxcala desmanteló a una banda que asaltaba transportistas en la carretera Apizaco-Huamantla, haciéndose pasar por agentes. Tras un enfrentamiento, dos delincuentes resultaron heridos y uno más fue detenido. Usaban armas, luces tipo policía e inhibidores de señal. Se investiga su relación con otros robos en la región.