Una ejecución a sangre fría en las calles del centro de El Carmen Tequexquitla. Una camioneta RAM gris, disparos en movimiento, un cuerpo tirado con múltiples impactos de bala en el tórax. La escena podría ser parte de un capítulo de “Narcos: México” o de alguna serie de Netflix… pero no. Esto es Tlaxcala. Esto es la vida real. Y también la muerte real.
Lo peor es que no sorprende. Porque ya lo habíamos visto antes. Porque ya lo habíamos denunciado antes. Porque, pese a los discursos huecos, los spots de “Tlaxcala seguro” y los informes maquillados, la violencia sigue ganando terreno. Hoy fue Roberto V., mañana quién sabe.
La pregunta incómoda no es quién jaló el gatillo.
La verdadera pregunta es: ¿quién permitió que esto pasara?
El gabinete estatal de seguridad, encabezado por perfiles sin resultados ni liderazgo, sigue fallando. Las cifras no concuerdan con la realidad. Las balaceras ya no son eventos aislados: son parte del paisaje. Las estrategias son recicladas, reactivas, ineficaces. Y la gobernadora Lorena Cuéllar, cada vez más alejada del terreno, sigue confiando en un equipo que ya le reventó en las manos.
Pero tampoco el gobierno municipal puede lavarse las manos. La alcaldesa de Tequexquitla que lleva dos periodos como si nada estuviera pasando, no ha podido (ni querido) enfrentar la podredumbre que crece bajo su administración. ¿Dónde está la policía municipal? ¿Dónde los rondines? ¿Dónde los sistemas de videovigilancia que prometió cuando pidió el voto?
El silencio de la presidencia municipal es más escandaloso que los disparos de la RAM gris. Porque lo que pasó ayer no fue una casualidad: fue el resultado de años de abandono, de complicidad disfrazada de omisión, de una autoridad que sólo aparece en las fotos de campaña.
¿De qué sirve tener “la menor tasa de extorsión” si las ejecuciones ya no respetan ni el centro del pueblo?
¿De qué sirve el discurso de la “coordinación entre niveles de gobierno” si cada quien cuida su pellejo político?
¿De qué sirve que la flamante gobernadora morenista Cuéllar presuma con bombos y platillos sus mesas diarias de seguridad?
Los ciudadanos están solos. La inseguridad ya no sólo se cuela por las grietas del sistema: ya es el sistema. Y quienes hoy nos gobiernan parecen más preocupados por sus candidaturas que por la vida de la gente.
Hoy, el guión no lo escribieron los guionistas de Netflix. Lo escribió la violencia. Lo filmó la impunidad. Y lo dirige, todos los días, el fracaso institucional.
Hoy, parece que el gobierno de Lorena Cuéllar pasó a segundo plano.
Sus funcionarios más ocupados en hacer campaña y darse a notar para ser el elegido o elegida.
Los que ya varios dicen la Triste Historia, parece que solo espera su clavo para ser puesto en el epitafio.
*****
LA CAMINERA...El otro llamado…La COPARMEX lanzó una advertencia clara: Tlaxcala enfrenta una doble crisis. Por un lado, la creciente inseguridad; por otro, una economía estancada que golpea directamente a las pequeñas y medianas empresas, motor real del empleo y la movilidad social.
Más de 800 mil establecimientos en México enfrentan hoy incertidumbre económica. Las MiPyMEs son las más golpeadas, y Tlaxcala no es la excepción. Solo en junio se perdieron 918 empleos formales, una caída del 0.71% interanual que evidencia un mercado laboral frágil, donde el 70% de los trabajadores operan en la informalidad y el salario promedio apenas alcanza 8,347 pesos mensuales.
Si bien las cifras oficiales revelan que Tlaxcala mantiene una de las tasas más bajas de extorsión en el país —apenas 0.7 casos registrados— y que la percepción de inseguridad en la capital bajó 9.72% según el INEGI. Pero en contraste, el 96.7% de los delitos no se denuncian. La cifra negra revela lo que los datos maquillados no pueden ocultar: desconfianza, miedo e impunidad.
Desde la trinchera empresarial, COPARMEX exige aprobar ya la Ley General de Extorsión y pide una política pública seria que vincule seguridad, inversión y educación.
*****
AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…Maynez llega a Tlaxcala este domingo y con él, arranca el trabajo rumbo al 2027. Si el próximo candidato a la gubernatura por MC es hombre, todo apunta a Delfino Suárez; si es mujer, Danae Figueroa suena fuerte en los pasillos.
Será clave ver si MC decide ir solo o buscar alianzas con el PAN u otro partido en Tlaxcala.
Por lo pronto, Apizaco será el punto de arranque.
Ahí, el grupo del exalcalde Julio César Hernández quiere impulsar a su esposa por la alcaldía.
¿Sus rivales?
Por Morena, se perfila la diputada Lorena Ruiz García.
Por el PAN, el exalcalde suplente Carlos Hernández y ex candidato independiente.
Se vienen tiempos interesantes.