Pese a la instalación de mesas diarias de seguridad del gabinete de Lorena Cuéllar en Tlaxcala, la escucha digital muestra otra realidad: la percepción de inseguridad no ha podido ser reducida en la opinión pública.
En el estado conviven dos caras: La oficial, que presume a Tlaxcala con los mejores números del país, con funcionarios negando la presencia del crimen organizado; y la ciudadana, donde predominan la inseguridad, la desconfianza y el miedo cotidiano.
De acuerdo con los reportes oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Tlaxcala vive hoy sus niveles más bajos de incidencia delictiva desde 2018. En julio de 2025 se registraron 210 delitos, frente a los más de 600 casos mensuales en 2018, lo que refleja según una tendencia sostenida a la baja en los últimos siete años.
El estado ocupa el último lugar a nivel nacional en delitos por cada 100 mil habitantes, con apenas 106.7 casos, muy por debajo del promedio nacional de 889.6. A ojos del gobierno, Tlaxcala es la “entidad más segura de México”.
Incluso en la mañanera del 12 de agosto, la narrativa federal destacó la reducción de delitos de alto impacto y homicidios dolosos a nivel nacional, subrayando a entidades como Tlaxcala como parte de los territorios con menor violencia registrada.
Pero surge la pregunta: ¿por qué, si Tlaxcala aparece como la entidad más segura en los reportes, sus habitantes siguen viviendo con miedo?
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LA CAMINERA…El peso emocional…La percepción…El hallazgo de seis cabezas humanas junto a una narcomanta en Ixtacuixtla no solo estremeció a la opinión pública, también se convirtió en el tema que dominó la agenda digital en Tlaxcala durante la semana del 18 al 24 de agosto, de acuerdo con el Reporte de Escucha Digital elaborado por Impulso Mercadológico.
El hecho generó más de 289 mil reacciones en plataformas como Facebook, X e Instagram, destacando el impacto emocional que provocó: 159,306 de tristeza (Sad), 45,649 de enojo (Angry), 65,132 de asombro (Wow) y apenas 2,459 “Likes” y 1,199 “Love”. Esto refleja que el tono general fue abrumadoramente negativo y de consternación ciudadana.
El segundo tema más comentado fue la violencia, la inseguridad y los robos, con más de 153 mil reacciones: 65,317 “Sad”, 27,301 “Angry”, 44,369 “Wow”, 1,839 “Like” y 453 “Love”.
En este caso, la indignación y el hartazgo fueron las emociones dominantes, consolidando a la inseguridad como una de las principales preocupaciones sociales. Pese al discurso oficial, lo que dice la gente en redes es contundente.
Los datos de Impulso Mercadológico muestran que más del 70% de las interacciones digitales de la semana giraron en torno a hechos vinculados a la violencia, el crimen y la corrupción, lo que confirma que la seguridad se mantiene como la principal preocupación ciudadana en Tlaxcala.
A esto se suma la gráfica de FactoMétrica (julio–agosto 2025), que revela un duro golpe para la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, al colocarla en el lugar 30 de 32 en aprobación en materia de combate a la inseguridad, con apenas 21.2 % de respaldo.
Lo cierto, y lo que el gabinete de seguridad lorenista se niega a admitir, es que sucesos como las seis cabezas en Ixtacuixtla, la revelación de que se sacaba a los presos a delinquir por las noches y la fuga del exdirector de los Ceresos tienen un peso emocional y mediático mucho mayor que la estadística y las imágenes de las mesas de seguridad.
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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…Abandonados…A casi dos meses de la desaparición del Instituto de Acceso a la Información Pública de Tlaxcala (IAIP), 38 trabajadores siguen sin recibir su liquidación, pese a que el decreto de extinción publicado el 1 de julio de 2025 ordena expresamente que debía cumplirse en el momento de su disolución.
El proceso de entrega–recepción concluyó el 30 de julio, con la devolución de casi 2 millones de pesos a la Secretaría de Finanzas para cubrir las prestaciones pendientes. Sin embargo, hasta ahora ninguna dependencia ha asumido la responsabilidad, dejando a decenas de familias en la incertidumbre.
La omisión no solo vulnera derechos laborales básicos, también contradice la ley y exhibe la falta de voluntad política para atender a quienes dieron años de servicio en una institución clave para la transparencia.
En este escenario, los trabajadores acusan abandono total. Y no solo de las autoridades estatales: también del ex comisionado presidente, Arturo de Casa, quien se deslindó de cualquier gestión y dejó a sus excolaboradores a la deriva.