El traslado a bordo del helicóptero del Gobierno de Tlaxcala, de la ex diputada local, ex alcaldesa, y ex presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Linda Marina Munive Temoltzin,  luego que  sufrió un accidente automovilístico en el estado de Morelos y fue traída a su entidad natal el pasado domingo dos de enero, generó diversas reacciones.

Primero, la falta de empatía de los tlaxcaltecas hacía una de las suyas, pues la chiautempense al final es una persona que estaba en riesgo su vida, y si la acción humanitaria del gobierno estatal la salvó y la trajo  a un hospital, se justifica el uso de la ambulancia área.  Sea quien sea.

Lo mismo pasó con la detenida y presunta asaltante de un OXXO, quien se suicidó al interior de los separos de la policía municipal de Apizaco, la cual en lugar de entender esa decisión de irse por la puerta falsa, la volvieron a linchar después de muerta en las benditas redes sociales.

Atrás quedaron los buenos deseos de amor y paz, de estar sanos y salvos en esta pandemia que inundaron las redes sociales, y hubo quienes hasta maldiciones le lanzaron a la ex colaboradora de Beatriz Paredes Rangel, en lo que refleja la hipocresía.

Hubo una usuaria de facebook que definió magistralmente que el simulacro de alegría familiar, amor, paz, abrazos y buenos deseos de navidad y año nuevo había finalizado.

La caminera…Todo comunica para bien o para mal… Es evidente que alguien no hizo bien su tarea en el gabinete de Lorena Cuéllar, pues el tratar de minimizar el uso del helicóptero para una tlaxcalteca, y el hecho de que fuera ligado para el servicio de familiares de funcionarios de la Secretaría de Gobierno, o la ex  Cónsul en la embajada de Brasil, ligada a Beatriz Paredes Rangel  desató una andanada de críticas que cuestionaron el discurso de la 4T,  de no ser un gobierno con privilegios, y ser iguales a quienes tanto criticaron como la «Mafia del Poder».

El  titular de la Secretaría de Salud (Sesa), Rigoberto Zamudio Meneses, estuvo presente en el helipuerto, durante el operativo, al igual que otros funcionarios, lo que evidenció que no se trató de un operativo cotidiano, y que si vuelven a trasportar a otros ciudadanos, veremos si el aparato del gobierno estatal se vuelca de igual manera.

Hasta el momento nadie sabe si hay un protocolo para solicitar la nave en caso que cualquier ciudadano sufra un percance en otro estado, pues todos  enmudecieron.

Nadie dijo nada  ese día, y tuvo que ser el hermano de la afectada, Marco Tulio Munive, por cierto empleado del  Secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, quien  diera a conocer el hecho.

Palabras más, palabras menos, el ex candidato a la alcaldía de Chiautempan dijo lo siguiente:

«Muchas gracias amiga Lorena Cuellar no tengo palabras para agradecerte que mi hermana Linda Mary la trasladaran en helicóptero de Cuernavaca a Tlaxcala y está en buenas manos en el Isste».

Y las  respuestas no se hicieron esperar en la notas difundidas por los medios de comunicación.

«Muy bien señor Marco Tulio, no se preocupe el helicóptero está a su disposición ya ve que para eso lo equipó  la señora gobernadora para los amigos y el pueblo en sus ambulancias, mal agradecidos, mal nacidos, gracias al pueblo ustedes viven como reyes y la sociedad en la miseria», fueron algunos de los cientos de comentarios, que dicen calaron hondo en quienes prometieron ser diferentes.

Insisto, no tengo nada personal contra la ex alcaldesa de Chiautempan Linda Marina Munive, a quien aprecio desde hace años, y espero se recupere de forma satisfactoria.

Lo curioso es que  las crisis no existen en este gobierno, sino solo en la mente de los reporteros.

La mandataria Lorena Cuéllar, a quien por cierto deseo de todo corazón se recupere del Covid-19,  debería tomar en cuenta si así va a caminar con este equipo los próximos años.

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Ahora sí, la última y nos vamos...Un amigo me decía que no  podía responsabilizar al gobierno del Estado de  las dos muertes ocurridas en las últimas semanas de diciembre, pues la segunda persona  pereció por  causas naturales, es decir por congestión alcohólica, y sobre el deceso del ex diputado local Omar MIlton López es aventurado decir que esté ligado a la inseguridad.

Y la respuesta fue muy sencilla, la falta de información oficial sobre los decesos generó la percepción ciudadana de que algo está mal, sobre todo por la centralización de la información. Nadie dijo que son responsables, sino que son lentos para informar.

Y la respuesta ahí está.

El 31 de diciembre hubo un deceso de un masculino en Tizatlán, y lo que se manejó en algunas transmisiones en vivo fue que estaba mutilado al igual que el ex legislador panista, y el que el cuerpo tenía aparentes huellas de violencia.

Fue hasta este cuatro de enero, es decir cuatro días después que le autorizaron a la  Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) decir  que el hombre hallado sin vida el pasado 31 de diciembre de 2021 en la comunidad capitalina de Tizatlán, murió por causas naturales, por lo que descartó que haya sido víctima de un homicidio doloso.

Después de las diligencias periciales, se estableció que el individuo, de alrededor de 35 años de edad, murió por causas naturales, pues ya padecía una afección crónico-degenerativa que lo sorprendió en la vía pública, donde quedó tendido y a merced de la fauna de la zona.  Con esa evidencia pericial, la PGJE descartó que el fallecimiento de la persona esté relacionado con un hecho violento.