La palabra “narrativa” es muy atractiva para el actual discurso de los gobiernos de la 4T, y Tlaxcala no podía ser la excepción, luego que a inicios de su administración Lorena Cuéllar ordenó colocar en todos lados su slogan «Tlaxcala, Una Nueva Historia».
Con Lorena Cuéllar Cisneros habrá un antes y un después de Tlaxcala, con ella al frente del Ejecutivo Local, desde donde hará valer la legitimidad obtenida de los ciudadanos el pasado 6 de junio, afirmó eufórica al recibir su constancia de mayoría que la acreditaba como Gobernadora Electa del Estado, por parte del Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).
Y es que al transcurrir la sesión del ITE, se confirmó una votación efectiva en su favor de 305 mil 468 votos, la más amplia jamás obtenida por un candidato a la primera magistratura de la entidad y confirmado la contundencia de su victoria.
Basados en esa premisa, la primera acción en el poder fue pintar todos los edificios públicos, y las redes sociales se inundaron en los perfiles del gabinete de lo que sería un gobierno histórico.
La cena estaba lista para la nueva historia, había que borrar los pasados gobiernos priístas que representaban la corrupción y lo que el pasado proceso electoral había reflejado el hartazgo de un régimen rancio y la insistencia de un cambio verdadero para Tlaxcala, según sus propias palabras.
Sin embargo, la experiencia de dos alternancias en la entidad y el regreso del PRI reflejaron en las urnas un cambio político, votaron por las figuras de hombres que prometieron un cambio en sus bolsillos, pues ellos no saben de nuevas y viejas narrativas, y ante la falta de respuesta los castigaron con su voto.
Parece que la 4T lo empieza a padecer en un campo de batalla que no es controlado por convenios o estrategias publicitarias, y eso son las redes sociales, las cuales ignoran ese slogan de «Una Nueva Historia».
LA TERRAZAGATE.
Los sesudos asesores dirán misa, pero las redes detonaron una crisis de credibilidad en el gabinete Lorenista, pues ni una semana transcurrió y el polémico antro-bar “La Terraza”, ubicado en la azotea del Museo de Arte de Tlaxcala, fue clausurado temporalmente este martes ante la presión social e indignación generada por su apertura en plena cuarta ola del Covid-19.
El argumento es que incumplió con las medidas sanitarias, algo evidente desde el primer día, y detonado por los propios asistentes y ahora esperar a conocer si tras la revisión del contrato, el cierre es temporal o definitivo. La autoridad notificó que se revisarán las condiciones y se valorará su cumplimiento.
No se dijo nada que el lugar solo tiene una salida, y en caso de una emergencia, la única posibilidad es aventarse por el techo.
Ahora, no hubo un operativo ostentoso con decenas de patrullas y torretas abiertas para clausurar un negocio con facha de antro, sino uno discreto, prácticamente en secreto y al ser abordado por tres medios de comunicación que se apostaron por más de dos horas en el exterior a la espera de información oficial, la respuesta fue que sería un boletín oficial.
Arriba de las unidades funcionarios aturdidos sin saber que hacer ante la prensa, y las puertas se cerraron para rematar el fracaso de una nueva historia de comunicar, y echando al bote de la basura el discurso de la gobernadora de atención permanente a la prensa.
Nadie se hace responsable de los desatinos de la TerrazaGate y ninguno de los funcionarios quiere cargar el muerto.
La titular del Ejecutivo Local corre el riesgo de que su narrativa quede en un discurso retórico, pues las ocurrencias y los memes pueden llenar ese vacío de más allá de autorizar y legitimar con su presencia un restaurante disfrazado de antro, no conocemos quién es el particular beneficiado de la Terraza del MAT, lo cual apunta a una empresa que opera el recién remodelado Hotel San Francisco, originaria de Puebla, de apellido Nava.
Las cosas no son como son, sino como se perciben, de igual modo que no fueron como la memoria las guarda, sino como la imaginación las evoca, y los memes no le perdonan, y también comunican.
Y hay que sumarle, el tema de la asignación millonaria de un contrato de transporte por parte del Secretario de Educación «Fifi», a un funcionario del gabinete, y en donde la apuesta es que el silencio y los tlaxcaltecas lo olviden, como fue el el caso del yerno y del ex secretario acosador.
La percepción de un gobierno ocurrente, y que no sabe cómo resolver crece día con día.
*******
La caminera...El gabinetazo…Dicen quienes se dedican a esto de comunicación política, que el equipo que acompaña a la Nueva Historia en Tlaxcala debería pasar menos tiempo dando discursos y cuidando su imagen para agradar a la opinión pública, para dedicarle más tiempo aprendiendo cómo opera y haciendo funcionar el aparato de la administración pública.
Por cierto, el diputado local perredista Juan Manuel Cambrón Soria en El Bestiario, a excepción del Secretario de Gobierno, Sergio González, expresó que el gabinete de Lorena Cuéllar está formado por funcionarios que pueden ser jefes de departamento, y no para ser secretarios de Estado. ¿Será?
****