El pasado 23 de julio del 2021,  la gobernadora electa Lorena Cuéllar, en uno de los picos más altos de la pandemia,  celebró un acto masivo con periodistas para decir que en su administración no habría  medios consentidos o castigados. «Mi gobierno no premiará el halago,  ni castigará al crítico, mi gobierno respetará la libertad de expresión y fomentará el debate de las ideas».

Pleno respeto a la libertad de expresión son siete palabras que las refrendaré con diversos hechos,expuso, al tiempo de comprometerse a defender los derechos de los comunicadores mediante la creación de la Unidad de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos.

Fue el pasado jueves 17 de marzo del 2022, cuando la mandataria local cumplió su palabra y puso en marcha  la Oficina para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en el estado de Tlaxcala.

Como se sabe, La oficina es un órgano administrativo de la Secretaría de Gobierno (Segob), cuyo fin será investigar y sancionar las agresiones  de las que sean objeto las personas defensoras de derechos humanos y periodistas, además de  asegurar el cumplimiento de las medidas preventivas y de protección que se emitan en favor de los beneficiarios, de conformidad con los acuerdos y resoluciones, términos y plazos establecidos en la ley. 

Entre otras cosas, hará un atlas de riesgo de alguna zona donde sean altos los riesgos de investigación, en coordinación con las dependencias de seguridad, e impulsará la sensibilización de las autoridades  respecto de la importancia social de la actividad de las personas que ejercen el periodismo y de la obligación del Estado de darles las garantías de seguridad y respeto a sus derechos humanos.

Lo curioso y se le criticó a su gobierno, pues algo en la narrativa de la mandataria  no encuadra, cuando creas una oficina para atender a periodistas que son violentados en el ejercicio de sus funciones, y no  son invitados ni para la cobertura.

Al acto solo fueron convidados  algunos directores de medios de comunicación, (cinco a lo sumo), y los presidentes de la Unión de Periodistas del Estado de Tlaxcala (UPET) y el Consejo de Medios (COMECOT).

La molestia de otros directores de medios se hizo evidente por el trato recibido, pero lo curioso es que se quedaron callados pese a lo que consideran una descortesía. Y  de los defensores de derechos humanos, ni hablar, pues tampoco fueron requeridos a la fiesta en su honor.

La otra situación,  es que el Gobierno de Tlaxcala reafirmó  su compromiso de respeto a la libertad de expresión y el derecho a disentir, y sus propias palabras fueron que «Jamás permitiremos que se generalice la violencia en contra de este gremio, cuando se vulnera un periodista se lastima la libertad de expresión y a nuestra sociedad entera”.

El detalle es que dos periodistas se sintieron agredidas cuando al término de una entrevista y volver a querer abordar a la gobernadora sobre el asesinato del Director de Obras de Tlaxco, la respuesta fue que el Secretario de Gobierno Sergio González Hernández sería el encargado de hacerlo, pero el espacio reducido y la falta de logística  provocó empujones con los de seguridad. Habrá que esperar si la denuncia se vuelve formal, o todo queda en lo mediático.

Posteriormente, el encargado de la política interna fue arrebatado de los reporteros que lo entrevistaban sobre diversos temas, pese a que el funcionario hay que reconocer siempre está dispuesto a atender a la prensa. Esa actitud arrogante no cayó nada bien.

Luego, funcionarios de la oficina de atención a la prensa confirmaron  que no se generó invitación a todos los reporteros o medios que cubren la fuente, debido a que el lugar es muy reducido y el tema de la veda por la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Podría considerarse válido sus argumentos, al ser una oficina con poco espacio, pero el hecho de invitar a pocos directivos de medios de comunicación  rompe el discurso de la veda, y si alguien no tiene la capacidad de rentar un espacio grande para que al menos quienes cubren sus actividades puedan acceder o estén informados,  pues no hay nada que hacer.

La otra,  el flamante titular de la Unidad de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, Leonel Tlalmis si fue requerido, pero solo para sentarse y no decir ni pío, pues no hizo uso de la palabra en el acto público, y ni siquiera pudo expresar una  idea de los objetivos de la oficina que va a manejar.

Insisto, no se trata de criticar por criticar, pues la mandataria Lorena Cuéllar ha tenido desde hace años  un  cordial trato con un amplio sector de  la prensa, por lo  que  extraña la política actual de comunicación  a un sector de este gremio periodístico, en donde la narrativa no cuadra con los hechos y el discurso.

Fue ella quien  pidió en julio  del 2021 a los  periodistas ganarse  la credibilidad social, evidenciando las malas prácticas, francos actos de corrupción o señalando errores, pero también mostrar las virtudes y actos nobles del servicio público. Al tiempo. 

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La caminera…El responsable…No lo diga en voz alta, pero quienes conviven cerca del poder en Plaza de la Constitución,  es que un asesor poblano generó el caos al interceder para beneficiar con un contrato millonario a una familia en el tema del transporte para los maestros, y tratar de imponer como titular de la Secretaría de Movilidad al despachado Director del Transporte, pese a que la gobernadora mandó a ese lugar a Luz María Ávila, gente de toda su confianza.
La rebelión  no fue tolerada por quien despacha en Plaza de la Constitución y ordenó el cese. ¿Sabrá algo un tal Cánovas?
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La última y nos vamos...El dedo en la llaga…En Twitter el diputado federal Mariano González Aguirre puso sobre la mesa la falta de designación del Secretario de Seguridad Ciudadana,  y dejó el punto de acuerdo por el que la cámara baja del Congreso de la Unión exhortó  al Gobierno del estado de Tlaxcala para que, en el marco de sus atribuciones constitucionales, fortalezca sus programas de seguridad pública, estrategias de protección a la población; así como las medidas de respeto y salvaguarda de los derechos humanos a efecto de atender, contener y prevenir el incremento de los delitos registrados en la entidad, los cuales durante la presente administración han puesto en riesgo la vida, integridad y patrimonio de las personas.Segundo. La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, llamó  a la Auditoría Superior de la Federación y al Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado de Tlaxcala para que, en el marco de sus atribuciones auditen los contratos, licitaciones y adquisiciones realizadas durante la gestión de la actual administración en materia de seguridad pública, para revisar que los recursos públicos se hayan ejercido con apego a la legislación y, en su caso, se establezcan las sanciones administrativas y penales conforme a derecho procedan.

La única respuesta al hijo del ex gobernador Mariano González Zarur, fue por parte del encargado del despacho de la SSC, Maximino Hernández Pulido, quien le pidió no politizar el tema de seguridad pública.