Dicen que el poder marea y provoca las cosas peores que nadie puede imaginar, y en política sucede.
Y si no, puede preguntarle a los dos últimos ex gobernadores priístas antes de la alternancia con la llegada de la cuarta transformación a Tlaxcala con Lorena Cuéllar Cisneros.
De amigos, terminaron como odiados rivales.
Mariano González Zarur fue el artífice para romper esa máxima que «gobernador no pone gobernador», y dejó contra todos los pronósticos en 2016 a Marco Antonio Mena Rodríguez como su sucesor, propinando una dolorosa derrota a la entonces abanderada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Lorena Cuéllar Cisneros.
Desde entonces se habló de la influencia que tendría el ex senador sobre la administración menista y de acuerdos políticos entre ambos personajes, pero a la mitad y casi al final del sexenio comenzó la ruptura y el distanciamiento entre ellos.
Llegó 2021 y a Marco Mena le tocó reconocer el triunfo de Lorena Cuéllar Cisneros, de Juntos Haremos Historia (Morena, Partido del Trabajo, Verde y Nueva Alianza), con una amplia ventaja sobre la priista Anabell Ávalos.
Todavía la ex presidenta municipal capitalina festejaba en las calles una supuesta victoria, cuando ya circulaba un audio donde un operador político de Lorena Cuéllar avisaba en los grupos a través de un audio, que en breve el mandatario priísta saldría a reconocer el triunfo contundente de Cuellar.
Y así fue, minutos después Marco Mena mandó un tuit con el mensaje siguiente: «Felicito a @LorenaCuellar Cisneros por su victoria en la elección a la Gubernatura de Tlaxcala. Su triunfo se dio en una elección en calma y alta participación ciudadana. Deseo a la futura Gobernadora y a su próximo gobierno el mayor de los éxitos a favor del estado».
Después de ese tuit, priístas acusaron a Mena de traidor y de haber operado en contra de Anabell Ávalos.
Y la historia sabida por todos, hace unas semanas el priísta compró un cachito y se sacó la Lotería Nacional en el gobierno de la 4T.
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LA CAMINERA…Rompe el silencio…Y para que vean que la herida aun supura, raudo y veloz el ex gobernador Mariano González Zarur aprovechó su visita a Tlaxcala al funeral de su ex jefe político Tulio Hernández Gómez para aporrear a Marco Mena.
Palabras más, palabras menos, González Zarur admitió que se equivocó al impulsar a Marco Antonio Mena Rodríguez para que lo relevara en el cargo pues evidenció incapacidad como titular del Poder Ejecutivo Local en Tlaxcala, aunado a que traicionó al Partido Revolucionario Institucional al irse a trabajar a la administración federal de la Cuarta Trasformación.
«En este caso, el culpable de todo soy, pues lo inventé en cinco años, no tenía ninguna capacidad para ser gobernador y yo pensé que si la tenía, pero creció nuevamente la pobreza, no hubo inversión privada, y la inversión pública en lugar de destinarla a la gente, se destinó a las carreteras y los puentes».
¿Marco Mena traicionó al PRI?, se le preguntó directamente.
-Claro que sí, ahí está, ¿Dónde está él? ¿A poco apoyó al PRI?
El principal objetivo de un partido político es acceder al poder, estando en ello ya puede uno ayudar a la gente, puede hacer los programas y presupuesto como también hacer muchas cosas y el segundo es mantener el Poder» yo recuperé, el Poder para el PRI y dejé el Poder para el PRI, yo cumplí» con un aspecto con un principio político. Refirió.
No está nada distante de la realidad, hoy podemos escuchar múltiples descalificaciones de la oposición en cuanto a la calidad y responsabilidad de los gobernantes en turno, pero deben asumir su responsabilidad al no tener la capacidad para ganar elecciones y, con ello, acceder al poder.
Desde ese punto de vista, la oposición tiene la enorme responsabilidad de construir un proyecto atractivo que convenza razones y conquiste corazones, capaz de transformar las quejas en votos, si es que quieren recomponerse, de lo contrario podrían incluso enfrentarse al fantasma de la pérdida de registro.
En cuanto a la responsabilidad de los partidos de hacer un buen gobierno y desde ahí ayudar a la gente, pareciera ser que es lo que menos le interesa a Morena, sobre todo cuando en el paquete económico 2024 la Secretaría de Hacienda estima que los requerimientos financieros del sector público ascenderán a 1.8 billones de pesos, que equivale al 5.4 por ciento del PIB y que implica el endeudamiento más alto en dos décadas, es decir, lo que les interesa no es hacer buenos gobiernos, sino mantener el poder.
Por cierto… ¿Qué dijo Marco Mena al respecto? NADA, se limitó a contestar incesantemente, a cualquier pregunta, que estaba ahí solo para hablar de Tulio Hernández… ¡¡¡el que nada debe nada teme, dicen en mi pueblo!!!
Inclusive, ante la pregunta directa de «Tiene la conciencia tranquila», solo el silencio en su rostro imperturbable fue la respuesta.
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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...El confesionario…Este domingo nos enteramos de verdades que duelen, pero al fin verdades.
-Que a los partidos políticos les valen madres la gente, y que su principal objetivo es buscar el poder a costa de lo que sea, y ya en el poder que suceda lo que sea.
El principal objetivo de un partido político es acceder al poder, estando en ello ya puede uno ayudar a la gente, puede hacer los programas y presupuesto como también hacer muchas cosas y el segundo es mantener el Poder», expresó Mariano González Zarur al irse un poco de la lengua.
-Que la Casa de Gobierno no se le puede cambiar el fin para lo que fue destinado, y es para que vivan ahí los gobernadores, pues fue un regalo al extinto Tulio Hernández Gómez. De ahí que si alguien promete hacerla un hospital o un museo, entonces es una falacia. Esta revelación es cortesía de Mariano González Zarur.
-Que el silencio de la empresa ATAH no puede seguir, ante la muerte de una persona que arrolló y le pasó encima el microbús. ¿Eso de empresa responsable no le queda acaso?.
-Que el discurso del pasado 16 de septiembre del orador oficial, Sergio González llamó la atención por eso de la mezquindad y el uso de la ley para quienes osen criticar va con todo. Ya generó reacciones, pero eso mensaje merece otro espacio de análisis.