El asesinato de un empresario del ramo de hidrocarburos en Apetatitlán ha dejado más preguntas que respuestas entre la población tlaxcalteca. La tranquilidad de una mañana cualquiera fue brutalmente interrumpida cuando dos hombres armados en motocicleta llegaron a la gasolinera «BP» y, a sangre fría, dispararon contra el dueño y su chofer. El empresario falleció en el lugar, y el conductor resultó gravemente herido y fue trasladado de emergencia al hospital.

Este trágico hecho no solo sacudió al estado por su brutalidad, sino que también sembró profundas dudas y temores. La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién está atrás?

El modus operandi de los atacantes, vestidos con un uniforme tipo despachador, genera preocupación sobre la planificación detrás del asesinato. El hecho de que esperaran la llegada del empresario, para luego huir con la misma precisión, evidencia que no se trató de un ataque fortuito, sino de una ejecución premeditada, y parecía un guion sacado de una serie del Chapo o del propio Pablo Escobar.

A pesar de que las autoridades acudieron al lugar y acordonaron la zona para iniciar las investigaciones, la ciudadanía no ha recibido información clara sobre avances en la captura de los homicidas. El miedo se ha instalado en Apetatitlán y sus alrededores. La pregunta en boca de todos es inevitable: ¿cuánto tiempo más seguirán libres los responsables?

El crimen ocurrió a plena luz del día, a escasos metros de una escuela primaria. La cercanía con una zona escolar solo acentúa el desasosiego de los habitantes, quienes se preguntan: ¿cuán vulnerables somos realmente en nuestro entorno? Si un empresario conocido y respetado puede ser asesinado de manera tan pública, ¿quién puede sentirse realmente seguro?

La preocupación también se extiende a otros empresarios de la región, quienes ven en este asesinato un terrible precedente. ¿Se trató de un ajuste de cuentas, una extorsión o simplemente una acción criminal sin motivos claros? Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido pistas sobre las posibles líneas de investigación del homicidio, y este vacío informativo solo genera más especulaciones e incertidumbre.

El problema de la violencia y la inseguridad puede desencadenar otros más, por ejemplo, ¿Que pasaría si los hombres de negocios deciden retirar sus capitales?

Ahora, la gobernadora Lorena Cuéllar tuvo que salir a declarar.  ¿Su discurso es suficiente?

Lorena Cuéllar en una breve entrevista, afirmó que «Tlaxcala no ha sido rebasado por la delincuencia y que no habría impunidad en el crimen del empresario». Su declaración, aunque busca tranquilizar a la población, ha sido recibida con escepticismo. Mientras en las calles claman por respuestas, las palabras de la mandataria parecen quedarse cortas frente a la gravedad de los hechos.

Cuéllar intentó mostrar un frente firme ante la inseguridad, asegurando que su gobierno sigue trabajando para garantizar la seguridad del estado. Sin embargo, muchos se preguntan: ¿es suficiente este discurso cuando no hay detenidos, ni avances claros en la investigación de muchos crímenes?

Los tlaxcaltecas ven con desconfianza esta afirmación, en especial tras un homicidio de alto perfil como el del empresario. ¿Cómo se puede asegurar que la delincuencia no ha rebasado a las autoridades cuando los atacantes de este y otros actos criminales, aún están en libertad? Para muchos, el discurso de la gobernadora, aunque bien intencionado, parece desconectado de la realidad cotidiana.

La otra, dijo que los municipios tienen responsabilidad, pues tampoco reaccionan a tiempo, y basta conocer que este miércoles llegó como primer respondiente la policía de Contla, y no la de Apetatitlán, donde fue el ataque armado.

Pero, también es evidente que hay un fracaso de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y de quienes controlan y operan el C5¡, pues pese a la modernidad de vigilancia que se presume, el video que circula donde los ejecutores se placearon por la gasolinera, y nadie atinó a reaccionar para seguirlos a través de las cámaras y montar un operativo, no los deja bien parados.

La presión para que las autoridades del aparato de justicia, sobre todo de la SSC comparezcan ante el congreso, será en los próximos días una olla express. Al tiempo.

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LA CAMINERA...¿Hacia dónde vamos? El gobierno local y estatal deben responder rápidamente ante la exigencia de justicia de la población. Cada día que pasa sin respuestas, ni detenciones fortalece la percepción de impunidad y erosiona la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad. La afirmación de la gobernadora, por el momento, no parece aliviar las crecientes preocupaciones de la un estado que se enfrenta al temor de una escalada de violencia.

Mientras los familiares y amigos del empresario lloran su pérdida, y su chofer lucha por su vida en un hospital, Tlaxcala entera espera respuestas. Desde luego la demanda la aplicación de una estrategia efectiva que garantice la seguridad de cada uno de los habitantes, ¿Cuánto tiempo más soportará la población esta incertidumbre?

El tiempo sigue corriendo, y las interrogantes, lejos de disiparse, continúan acumulándose.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...»Apuesta por el Orden: Regulan Comercio Ambulante en Tlaxcala. El reciente operativo del alcalde capitalino Alfonso Sánchez García, para retirar los puestos ambulantes de las calles Zitlapopócatl y Guillermo Barroso, fue visto como un paso decisivo hacia la regulación del comercio en la ciudad.

No solo prioriza la seguridad de los peatones al recuperar espacios públicos, sino que también busca mejorar la fluidez vial y la imagen urbana de la capital. Sin embargo, es esencial que esta acción vaya acompañada de un diálogo abierto con los comerciantes afectados, asegurando así que la regulación no se convierta en una imposición, sino en una solución colaborativa que beneficie a todos los habitantes.

Veremos en qué queda.