Una realidad no vista antes y no prevista, jamás imaginada ha provocado una crisis mundial que combina la salud con la economía, el gran dilema de los gobiernos para atender ponderadamente en sus respectivos ámbitos jurisdiccionales y constitucionales y que solo son la punta del iceberg.
Un diminuto virus invisible al ojo humano ha desencadenado en el mundo entero una parálisis económica para contener la propagación del virus, y una crisis sanitaria que ha puesto al descubierto la fragilidad del ser humano y la importancia que tienen políticas públicas de salud efectivas.
No solo los sistemas de salud están a prueba, también está a prueba los sistemas de gobierno, pues las decisiones y acciones tomadas por los líderes mundiales, ha sido rebasados por tan diminutovirus. No dejó nada fuera de su poder, confinar siete mil millones de habitantes en el mundo,
además de poner a prueba, incluso los sistemas de gobierno ya sean, democráticos o autoritarios.No solo es un cambio de hábitos de consumo de las personas, no solo es una crisis que desató unaserie de efectos que pusieron al descubierto las carencias de los sistemas de salud, en el mundo,
sino que estamos frente a un cambio global que obliga a repensar como y de qué manera debemos cambiar, adecuar, transformar o dirigir las acciones públicas de los tomadores y tomadoras de decisiones en sus tres ámbitos de gobierno. (un cuarto para nuestro caso presidencia de
comunidad).
El régimen federal mexicano, permite a los gobiernos la posibilidad de diseñar medidas y tomar decisiones para enfrentar la crisis, además implica la coordinación entre los gobiernos con la federación y los municipios, sin embargo, las medidas tomadas por los gobiernos estatales requieren
a mi opinión una colaboración regional, pues los límites territoriales rebasan a los limites administrativos entre los Estados, los servicios públicos, la movilidad entre las regiones de los estados ZM nos hace plantear que es necesaria la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno de Zonas Metropolitanas.
La orquesta toca sin dirección, las decisiones de gobierno se han diversificado o ha ampliado su agenda más allá del 115 constitucional, con los recursos tanto constitucionales como económicos han tomado distintas acciones desde económicas como el caso Tlaxcala mediante créditos a micro,
pequeñas y medianas empresas, como sancionadoras como en Jalisco o monterrey se ha tomado la decisión de medidas de carácter punitivo a quienes incumplan medidas sanitarias para contener el virus, entre otras acciones tendientes a enfrentar la epidemia, entrega de despensas focalizadas a los más vulnerables, algunas medidas fiscales para micro y pequeños empresarios, entre otros.
Sin embargo, en vísperas de iniciar un proceso electoral donde está en juego mucho poder, más de 21, 000 cargos donde se renovarán 15 gubernaturas, cámara de diputados del congreso de la unión, el congreso local de 30 entidades, ayuntamientos y alcaldías en 30 entidades, además de cargos locales como las juntas auxiliares municipales de Campeche, sindicaturas en chihuahua, regidurías en Nayarit, y presidencias de comunidad en Tlaxcala, el domingo 6 de junio de 2021 serán 96 millones de electores quienes decidirán la elección más grande de la historia democrática en México, podríamos tener la oportunidad de repensar el federalismo mexicano, veremos cómo se definirá la coordinación entre los niveles de gobierno, así como la relación entre sus instituciones, gobiernos estatales con el gobierno federal, frente al contexto en donde se espera una crisis económica más profunda y como lo anunció el secretario de Hacienda, un recorte al presupuesto de Egresos de la federación, sin “guardaditos”, que se definirá y enviará a más tardar el 8 de septiembre.
Para reflexionar cabria preguntarse lo siguiente:
¿Los líderes locales, representantes y gobiernos municipales han actuado adecuadamente frente la crisis de sus municipios?
¿Quiénes aspiran a suceder cargos públicos, conocen la magnitud de responsabilidad que viene a partir de la crisis mundial causada por el virus?
¿Qué narrativa será la que nos cuenten para creer que podrán resolver asuntos que están pegando en los bolsillos de las familias, en la salud de sus comunidades?
¿Estamos también en una crisis de líderes?
Eso sí, están más ocupados en encuestas, y no en responder a lo que muchos nos preguntamos de ¿qué manera resolverán las responsabilidades constitucionales a las que están obligados una vez en el ejercicio del poder?